El 97% de los encuestados por
FECE a través del sondeo periódico
Observatorio FECE han afirmado que el precio es la razón por la que los consumidores no compran aparatos de alta eficiencia energética a pesar de que la mayoría se interesa por comprarlos. Poseer un electrodoméstico de elevada eficiencia puede llevar a un gran ahorro en la factura energética, además de ser más respetuosos con el medio ambiente y, a nivel global, contribuir al cumplimiento de los objetivos de ahorro energético y de recogida de RAEE marcados por la Unión Europea.
El
Observatorio FECE es un medidor de opinión a través de sondeos que la Federación realiza entre sus asociados -comercio y profesionales- para conocer la opinión del sector sobre los temas clave. En esta ocasión, la encuesta pretendía conocer el interés real que podría haber en el lanzamiento de un plan renove desde el punto de vista del comprador. Los resultados han sido aplastantes: un 94% de los encuestados afirmó que los consumidores se interesan por comprar los aparatos de mayor eficiencia energética por la posibilidad de ahorro económico que supone para su factura, pero hasta un 97% de los mismos contestaron que este interés se veía disuadido por el precio más elevado de estos aparatos. Como conclusión final, un 94% de los mismos afirmaron que ayudas públicas como las de los planes renove que se realizaron hace unos años, serían un incentivo fundamental para la compra de estos electrodomésticos por parte del consumidor.
La Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos,
FECE , ha tenido como objetivo en los últimos años la consecución de un Plan PRIE de electrodomésticos a nivel nacional, un plan cuya inversión se recuperaría íntegra vía impuestos. Este tipo de planes está pensado para el consumidor, que debido a que dispone de menos renta para consumo, no está renovando sus electrodomésticos con la regularidad habitual. En palabras de José Prat, secretario general de
FECE ,
"En este momento hay una demanda embalsada de un millón de aparatos a causa de la crisis, ya que el parque no se renueva y se compone de aparatos muy antiguos que inciden en la calidad de vida y la factura energética de los hogares. Por ejemplo, un frigorífico A+++ consume un 60% menos que un modelo de clase A, y como consecuencia de ello, supone un ahorro de alrededor de 200 € anuales en la factura eléctrica de una familia. La sustitución del parque de aparatos obsoletos por otros de alta clasificación energética supondría un ahorro anual para el país de más de 175 millones de €" .