Campanas extractoras de humos con autolavado de Luis Capdevila. Menor riesgo de incendio
Los ciclos de lavado con agua caliente y detergente, son programables y se realizan automáticamente. Con el objetivo de mejorar la filtración e impedir que la suciedad se adhiera y se reseque, se han previsto unos ciclos periódicos de humidificación con agua fría sola que mantienen las superficies interiores húmedas. De esta forma, el ciclo de lavado puede ser más corto y, en consecuencia, el consumo de agua mínimo (aprox. 3,5 l por metro de campana en cada lavado). La mezcla del agua y el detergente se lleva a cabo dentro del armario de control donde también se encuentra el programador, las válvulas de control y de seguridad, la bomba dosificadora, un descalcificador (para prevenir obturaciones de las boquillas por la cal) y una bomba auxiliar (opcional) para los casos en que la presión de la red es insuficiente.