Protege las superficies contra el degrado de los agentes atmosféricos y la humedad, consolidando y previniendo el despolvoreo. Impide la absorción de agua conservando la transpirabilidad de la superficie. Previene la formación de eflorescencias como carbonatos, sulfatos y salitre. Limita el desarrollo de verdín (algas, musgos, líquenes) y contrasta la formación de ennegrecidos y contaminación. Imparte compactación, resistencia y durabilidad al material. Ideal para pavimentos, revestimientos y elementos decorativos de cemento, hormigón, monocapa, mortero a la cal, piedra artificial y ladrillo cara vista.