Superado el rechazo de algunos deportistas y entrenadores hacia el uso de la hierba sintética en competiciones, una resistencia basada en experiencias negativas con los primeros campos de esta tipología, los esfuerzos se centran en la actualidad en imitar de la forma más completa posible las características de amortiguación y absorción de impactos del mejor césped natural empleado en el fútbol. Los avances logrados son cuantiosos gracias a la investigación y a la tecnología, pero ha quedado demostrado que no todos los diseños sintéticos reaccionan de igual forma ante el riesgo de lesiones ni mantienen en el tiempo sus propiedades. Por tanto, la calidad duradera marca la diferencia y deja al descubierto que en la grama artificial existen distintos niveles de calidad.
Para saber si un campo sintético está en plenas facultades y conserva las condiciones con las que se estrenó es necesario examinarlo detenidamente a lo largo de su ciclo vital, corrigiendo en su caso las anomalías que pudieran detectarse. Mediante una observación visual, es recomendable que los técnicos de mantenimiento analicen de forma periódica el estado general de una instalación, de sus fibras y del relleno, a fin de realizar comparaciones objetivas y ver la evolución del producto. Sin embargo, para conocer un diagnóstico de los aspectos funcionales y deportivos se requiere de un examen más detallado. Esta radiografía nos la proporciona la Triple-A (Advanced Artificial Athlete), un dispositivo de ensayo que puede medir la capacidad de deformación y absorción de campo de césped artificial.
Se trata de un completo sistema portátil de registro y el análisis de los efectos en el deporte que tienen las superficies sobre en las que se practica. Y es que, un factor importante en la evaluación de estas confortables alfombras verdes es la interacción entre el jugador y el terreno. Las diversas federaciones deportivas, como la FIFA en el mundo del fútbol, exigen una serie de requisitos para homologar el césped artificial. Algunos de estos valores son la reducción de fuerza, la deformación vertical de la energía y la restitución de la energía, los tres parámetros más valorados a la hora de conocer la calidad de un campo y que pueden estimarse con la Triple-A.
En concreto, la Triple-A puede determinar la reducción de la fuerza o absorción del impacto, que es la cantidad de energía absorbida por el pavimento en el impacto; la energía de restitución, la cantidad de energía que devuelve el pavimento a la superficie después del impacto de una masa; y la deformación vertical, es decir, la deformación del pavimento. Este sistema hace posible que con una sola medición se obtengan resultados de estas tres variables, que son determinantes para conocer la seguridad del piso de cara a las lesiones.
Control de calidad Un ejemplo sobre el uso de esta herramienta de medición lo encontramos en la empresa
Poligras , que utiliza la Triple-A como parte de su política de control de calidad de las instalaciones de césped artificial que desarrolla y para reforzar los servicios postventa que presta a sus clientes.
"Cada campo es un mundo. Es muy importante hacer mediciones para saber cómo reacciona al paso del tiempo, al uso intensivo o a factores ambientales como la lluvia" . Lo dice José Nieto, del Departamento de Calidad, Medio Ambiente e I+D de la empresa, desde un terreno de juego de Hospitalet, donde está realizando un ensayo con este dispositivo.
"Los resultados son los esperados, el campo cumple" , comenta.
En el último año,
Poligras ha efectuado pruebas con la Triple-A en más de un centenar de campos. De esta forma, la empresa conoce con exactitud la evolución de los campos que instala y cumple con sus objetivos de calidad.
"Tenemos como indicador de la ISO 9001 de gestión de calidad que un 90% de los campos que ensayamos con la Triple-A estén en situación de cumplir los parámetros establecidos por la FIFA 1 Estrella" , destaca Carlota Gimeno, del mismo Departamento de I+D.
Y una vez conocida la radiografía de la superficie sintética, ¿qué hacer con los resultados?
"Las estadísticas que obtenemos nos ofrecen información de gran utilidad" , dice Nieto, ya que puede detectarse alguna anomalía o que los valores no cumplen con los objetivos marcados para una homologación. En estos casos, se aplica la receta conveniente para cada necesidad, como puede ser una adaptación del programa de trabajos de mantenimiento o la variación de las cantidades del lastrado de arena de sílice y granulado de caucho. Los resultados de este test no sólo se traducen en esto, sino que también permiten extraer conclusiones de peso para la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), de cara a mejorar los productos o desarrollar otros nuevos.
Aspectos técnicos de la Triple-A La Triple-A es una de las herramientas de medición más desarrolladas del mundo del deporte, fruto de la combinación de otros dispositivos. Gracias a su carácter flexible y manejable, facilita además la realización de ensayos de una forma ágil y cómoda. Otra de sus ventajas son que permite conocer en tiempo real los resultados de las mediciones o la versatilidad del software. Este completo sistema de medición se compone de un mecanismo con un peso de caída, un dispositivo de adquisición y procesamiento de datos (DAD) y el software GForce para el registro de cálculos. Mediante la integración de estas piezas, se calcula la velocidad y la posición del lanzamiento del peso como una función temporal, así como la reducción de la fuerza, la deformación vertical de la energía y la restitución.
El dispositivo se utiliza en el campo y no depende de una fuente de alimentación externa, ya que tiene una batería que lo dota de autonomía. El mecanismo de caída es muy fácil de usar y fácil de mover. Por lo tanto, esto hace posible poder llevar a cabo las pruebas de forma rápida y fiable con un mínimo esfuerzo. La firma holandesa DeltecMetaal es especialista en la construcción y diseño de sistema de medición de superficies deportivas como la Triple-A.
"Nuestro objetivo es desarrollar dispositivos que están tan cerca como sea posible de la perfección y que estén construidos ergonómicamente" , dice la compañía en su presentación.
Desde que la FIFA aprobara, hace ya casi cinco años, la disputa de partidos oficiales de fútbol sobre superficies de hierba artificial y estableciera estándares de calidad, los equipos de medición han cobrado una vital importancia y son indispensables para obtener la homologación de un campo (FIFA 1 Estrella o FIFA 2 Estrellas) expedida por parte de la máxima autoridad del fútbol. En este sentido, la Triple-A permite conocer si se cumplen estas calidades técnicas. Además, los cálculos realizados con la Triple-A y sus calibraciones cumplen con las exigencias de la FIFA.