Desde hace más de 20 años,
Duravit destaca por colaborar con diseñadores de prestigio internacional y por buscar constantemente unos diseños de éxito que siempre han despuntado por conectar con el futuro.
Phoenix Design quería cambiar el estilo abandonando la geometría pura a favor de un dinamismo suave, según palabras de Tom Schönherr de Phoenix Design. Por este motivo, en los diseños creados por él y su equipo imperó la fuerza emocional y se aplicaron las posibilidades decorativas del cuarto de baño confiriéndole un nuevo aspecto, menos formal y más femenino. No obstante, según Schönherr, unas formas más emocionales y libres corren siempre el riesgo de sucumbir a la brevedad de las modas. La práctica de este tipo de ejercicio estilístico es algo que él deja fuera del cuarto de baño, dado que se trata de un espacio que exige
"una vida útil extraordinariamente larga" . Phoenix Design buscaba comunicarse con unas formas que se correspondieran con esta nueva necesidad de emociones sin por ello perder en claridad atemporal. En consecuencia, el proceso de diseño se convirtió en la búsqueda de unas formas naturales a la vez que suaves y claras.
Movimientos ondulantes en espacios milimétricos La armonización de estas particularidades se condensa en una combinación muy especial de los elementos. La cerámica y las griferías se diseñaron logrando una simbiosis que
"hace que parezca que ambos elementos hayan brotado del mismo árbol" , según palabras del propio diseñador, quien también ha subrayado este
"brotar" empleando el color: la pieza de unión entre la grifería y el lavamanos es igual de blanca que la cerámica. El exterior del lavamanos muestra unas formas suaves y discretas que transmiten generosidad y elegancia, mientras que el interior es muy plano, con una suave ondulación hacia el interior que transmite un movimiento continuo. Todas las líneas son marcadamente suaves y aportan a la serie una ligereza poética. Los productos parecen flotar y resultan casi inmateriales.
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