Los sistemas de impermeabilización de
Onduline , empresa especializada en la construcción de materiales para la impermeabilización y aislamiento de cubiertas inclinadas, se han utilizado recientemente en la rehabilitación de la cubierta de tres colegios en Cantabria y Vizcaya para proteger estos centros de enseñanza, de goteras y humedades.
Los centros Miguel Hernández y Arturo Dúo (a través de la empresa instaladora Construcciones Lastra e Hijos), en la localidad cántabra de Castro, tienen en torno a 1.000 metros cuadrados de cubierta cada uno, mientras que el tejado del colegio Andra Mari, en el municipio vizcaíno de Getxo, es de 1.200 metros cuadrados. La obra en los tres edificios ha consistido en la retirada de la teja antigua, la colocación de la placa
Onduline Bajo Teja BT-50 y su cubrimiento con teja nueva.
Estas placas aportan numerosas ventajas en proyectos de rehabilitación, especialmente en el caso de edificios con cubiertas de grandes dimensiones como los colegios mencionados. El proceso de instalación de
Onduline Bajo Teja se puede realizar en un corto periodo de tiempo, lo que permite que los centros escolares estén disponibles reduciendo la duración de las obras.
Los sistemas de impermeabilización Bajo Teja de
Onduline cumplen los requisitos del Código Técnico de Edificación, son de rápida colocación e incluyen todos los accesorios y materiales necesarios para la instalación de la placa. Su composición, a base de fibras minerales y vegetales y resinas termoestables saturadas en asfalto a alta temperatura, garantiza la impermeabilidad.
Su flexibilidad favorece la absorción de los movimientos estructurales sin fisurar, y su gran ligereza -pesa sólo 3 Kg/m²- las hace muy fáciles de manipular. Por otra parte, su formato ondulado crea un "tiro" de ventilación que previene las condensaciones y, por tanto, las humedades.
Onduline Bajo Teja aporta soluciones a las patologías más habituales de las cubiertas inclinadas de teja. Las grietas que van produciéndose en la estructura no afectan a la placa por su flexibilidad, que además evita el paso del agua filtrada por la presencia de tejas desplazadas o rotas. Sirve de barrera ante los estancamientos de agua producidos por resoluciones incorrectas de instalaciones, y elimina la posibilidad de fisuras por deformación de la estructura u otros elementos de barrera.
Los sistemas
Onduline Bajo Teja tienen una garantía de 33 años.