Una pelota o un balón tiene diferentes formas y tamaños en función de las características de cada deporte. Pues algo parecido le ocurre al césped artificial, que adapta su sistema constructivo y diseño según sean las necesidades de cada disciplina. Este carácter camaleónico es fruto del desarrollo de productos cada vez más especializados que han emprendido las empresas del sector. Actualmente existen en el mercado sistemas específicos de hierba sintética para una larga lista de deportes. En este sentido, destaca de forma especial la proliferación que este pavimento deportivo ha tenido en el rugby, el fútbol americano, el hockey hierba, el beisbol, el golf, el tenis o el pádel, donde se perciben con nitidez sus ventajas técnicas, económicas y medioambientales.
Es cierto que la meca del césped artificial se asienta en el mundo del fútbol, donde su presencia es muy masiva y continúa escalando posiciones hacia las categorías de élite. Pero no es desdeñable la proyección que también ha adquirido en otros campos de juego. Además, la superficie sintética ha ayudado en cierta medida a la promoción de algunos deportes minoritarios al crear instalaciones atractivas y confortables que atraen a nuevos aficionados. Este es el caso del pádel, que en los últimos años ha vivido un crecimiento fulgurante en España, un éxito que ha ido en paralelo al auge de pistas de este juego de hierba sintética.
El futuro del rugby El rugby -al igual que su deporte hermano, el fútbol americano- es un deporte a veces muy duro, donde los jugadores sufren fuertes caídas sobre el suelo. Teniendo en cuenta las singularidades, el césped artificial que se elabora para estos campos tiene una fuerte estructura amortiguadora y sus fibras resultan inofensivas para la piel de los jugadores. Además, elimina los problemas que se dan en este tipo de campo, como son las irregularidades o calvas del terreno, así como los charcos. Esta superficie pone fin a los barrizales en los que se ven obligados a competir los jugadores a causa de una fuerte tromba de lluvia o por la nieve.
Por estos motivos, son cada vez más los clubes europeos que utilizan el césped artificial, que está muy impregnado en el rugby profesional y cuenta con la homologación de las diferentes federaciones nacionales. Este deporte ha acogido con satisfacción los avances dados por esta superficie.
"En estos momentos es preferible un campo con césped artificial de calidad que muchos delos que conozco de hierba natural" , comenta Iñigo Imaz, director técnico del Pegano Bera Bera de San Sebastián, que milita en la máxima categoría española.
"Es más práctico, económico y ventajoso para las inversiones que realizan las administraciones públicas" , añade. Así las cosas, el club guipuzcoano está construyendo un campo de hierba sintética para sus equipos base, que a buen seguro resolverá los problemas típicos que se presentan en los terrenos convencionales de rugby, como son las zonas de barro o las calvas que generan un impacto negativo en la calidad de la instalación.
"El futuro del rugby estará cada vez más ligado al césped artificial" , afirma Imaz. Por lo pronto, en España dos de los diez equipos de la máxima categoría (Liga de Honor) tiene este tipo de suelos en sus canchas principales. En este sentido, destaca especialmente el campo del Ordizia, que cuenta con uno de los sistemas de hierba sintética más innovadores que existen a nivel europeo. Este terreno de juego, desarrollado por la empresa
Poligras , está homologado por la Federación Española de Rugby y permite también la práctica del fútbol. Por ello, este pionero proyecto supone un paso decisivo hacia la multifuncionalidad de las instalaciones deportivas.
Precisamente, la multifuncionalidad de los campos es otro de los grandes potenciales que ofrece el césped artificial deportivo. Y es que, esto permite la práctica de varios deportes sobre un mismo campo, una cualidad cada vez más apreciada por los gestores del deporte ya que amplía el rendimiento y aprovechamiento de las instalaciones. En definitiva, rentabiliza los costes de inversión de un proyecto deportivo.
Ventajas para el beisbol Los casos de fútbol americano y el beisbol son muy significativos. Son dos de los deportes más populares de Norteamérica, donde el césped artificial está arraigado desde mucho tiempo en sus grandes ligas. En España, donde el beisbol es todavía minoritario, las experiencias de este deporte con el césped artificial son también positivas. Tres de los ocho equipos de la máxima categoría nacional -División de Honor- tienen esta polifacética superficie en su campo principal. Dos de ellos, el C.D. Pamplona y el Beisbol Navarra, comparten una misma cancha, ubicada en la población de Burlada y que dispone del que está considerado como el mejor sistema del mercado de hierba sintética: el producto Fieldturf, que reproduce fielmente las características de la mejor hierba natural. El campo, que ha sido renovado recientemente, acogió también el pasado junio el Campeonato de España de esta disciplina, en la categoría junio.
Los profesionales de este deporte están satisfechos con los resultados que les da este pavimento. Ignacio Pardo Lozano, gerente de la Federación Navarra de Beisbol y Sofbol, considera que esta superficie aporta "interesantes beneficios" a los clubes al reducir al "mínimo" los costes y las tareas de mantenimiento.
"Aunque la inversión inicial es más alta, a largo plazo compensa" , apunta. En su opinión, el césped artificial,
"no perjudica el desarrollo del juego en el béisbol. No hay quejas de los jugadores por su uso" , añade.
"Creo que seguirá incrementando su presencia en este deporte porque es una superficie más práctica y resistente que la hierba natural y permite aprovechar mejor las instalaciones, con más horas de uso" , pronostica. Un ejemplo de ello es el campo de Burlada, que entre entrenamientos y competiciones soporta cada semana sin problemas el paso de un centenar de jugadores de diferentes equipos y categorías.
Golf para todos Y qué decir del golf. En este deporte, catalogado recientemente como disciplina olímpica, el césped artificial ha demostrado ser un gran aliado para su popularizacion. Los expertos y agentes de este deporte consideran que los condicionantes medioambientales y económicos de la hierba natural hacen que el césped artificial sea clave para acercar este juego al gran público. También los máximos estamentos del golf profesionales ven el césped artificial como una alternativa y no como una amenaza.
José Mª Rodrigo y Luís Casado, de la Real Federación Española de Golf, coinciden en señalar que puede ayudar a enganchar a este deporte a nuevos jugadores. Así, a juicio de Rodrigo -encargado del Centro Nacional de Golf-, este tipo de instalaciones son adecuadas
"para aprender" porque
"hacen divertido el juego. La única manera de hacer golf para todos es a través del césped artificial" , sostiene Dimitris Tsalidis, gerente de la empresa especializada OnlyGolf. Esta firma desarrolló hace tres años un proyecto emblemático que está sirviendo de modelo para todo el sector. Se trata de la instalación creada en el Canal de Isabel II de Madrid, donde se encuentra el primer y único "pitch & putt" (campo de golf de distancias cortas) del mundo hecho totalmente en artificial y el primer campo-escuela público y urbano de Europa realizado con este material. El número de instalaciones de estas características no para de crecer en toda Europa y a nivel internacional, lo que hace prever que al césped artificial le espera un futuro de éxitos en el mundo del golf.
Fuente:
Notigras