La durabilidad de un mortero monocapa depende, además de una buena ejecución, del grado de adherencia que este haya adquirido con respecto al soporte base o cerramiento del edificio.
Soporte y mortero monocapa, han de establecer la mejor adaptabilidad y compatibilidad para asegurar el perfecto anclaje el uno respecto del otro.
Los morteros hidráulicos como son los morteros monocapa, necesitan que el soporte tenga porosidad para que el cemento en su fraguado, penetre en los poros y genere puntos de anclaje. La rugosidad superficial también mejora la adherencia al soporte, ya que aumentará la sujeción del mortero monocapa.
Cuando el revestimiento se despega del soporte, se puede producir de forma local o generalizada. Si es local cuando se trata de pequeñas superficies se crean bolsas de aire y cuando son superficies más extensas se hacen abombamientos, que si son importantes puede fisurar el monocapa.
Si es generalizado, la falta de adherencia puede ser que no se manifieste visualmente durante las primeras semanas, de producirse, se confirmará golpeando la superficie suavemente con una maza de goma repetidamente percibiéndose un cambio de sonido o una respuesta al rebote distinta.
Si afecta a una gran superficie, sin manifestarse visualmente, hay que suponer que se trata de una falta de adherencia general, en estos casos se colocaran los sistemas de protección necesarios para retener su posible desprendimiento y caída.
Acciones preventivas Para evitar la aparición de estas disfunciones, hemos de tener presentes una serie de recomendaciones en el modo de aplicación y en relación al soporte:
• En relación con el
modo de aplicación: - Aplicar una capa con el espesor máximo especificado por el fabricante.
- Respetar las instrucciones de puesta en obra indicadas por el fabricante, en especial el tiempo de amasado, de reposo, la vida útil de la pasta.
- Amasar todos los sacos en condiciones homogéneas.
• En relación con el
soporte: - Verificar el estado del soporte, en particular sobre hormigón, en cuanto a las condiciones que faciliten la adherencia, como la rugosidad y porosidad. Crear porosidades en soportes poco absorbentes.
- Eliminar las partículas de polvo, en el caso de soportes de hormigón, eliminar posibles restos de desencofrante.
- No aplicar monocapa sobre superficies de soporte inestable, esperar el tiempo necesario para que el soporte sea estable.
- Humedecer convenientemente el soporte si sus características absorbentes y/o las condiciones climáticas lo requieren. Si el soporte está saturado de agua, no aplicar el monocapa.
- En caso de heladas, no aplicar mientras la temperatura superficial del soporte no supere los 5°C.
- No aplicar si durante las 24 horas siguientes hay previsión de que la temperatura puede descender a menos de 5°C, o lluvias intensas.
- Comprobar la planeidad del soporte y subsanar desajustes.
- Respetar los soportes recomendados por el fabricante, no aplicar sobre soportes menos resistentes que el propio revestimiento.
En caso de producirse alguna de estas disfunciones, deberemos retirar el revestimiento de la zona afectada, intentando retirar paños completos definidos por sus juntas de trabajo (junquillos del despiece de la fachada), reparar el soporte de forma conveniente si procede y volver a aplicar el revestimiento evitando las causas que dieron lugar a la falta de adherencia.