En la próxima Copa del Mundo de Fútbol, que se celebrará en el verano de 2010 en Sudáfrica, el césped artificial podría debutar en un Mundial de selecciones absolutas por primera vez en la historia. Y es que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ya ha anunciado la posibilidad de que algunos partidos del campeonato se disputen sobre este tipo de superficies. Sin duda, un paso de gigante más para el césped sintético, que ya supera ampliamente a la hierba natural en número de instalaciones dentro de las categorías inferiores del fútbol mundial y que, poco a poco, ha comenzado a convivir con las superficies tradicionales dentro del fútbol profesional.
Pese a que el uso de la hierba artificial todavía no se ha popularizado entre los grandes clubes, su salto al fútbol profesional es una realidad patente desde hace tiempo. Y buena muestra de ello son los partidos "premundialistas" que algunas selecciones nacionales han disputado durante los dos últimos años para obtener su clasificación para el Mundial de Sudáfrica. Tal es el caso de Rusia, cuyo Estadio Olímpico Luznhiki posee césped artificial. Y es que en los últimos meses, sobre el terreno de juego moscovita han jugado dos selecciones que este verano serán mundialistas, Alemania y Eslovenia, y en ningún momento la hierba artificial fue un inconveniente para que se viviera un gran espectáculo futbolístico.
Otras muestras premundialistas del protagonismo del césped artificial en partidos clasificatorios son los encuentros que, como local, ha disputado la única selección que en los últimos tres años ha podido derrotar a la actual campeona de Europa: la Selección Española (el pasado verano el combinado estadounidense se impuso a la "Roja" en la Copa Confederaciones). No en vano, desde hace décadas el césped artificial es un elemento vital de los grandes estadios deportivos de Estados Unidos, donde la superficie sintética ofrece la oportunidad de ser polivalente para albergar competiciones de diversas disciplinas deportivas en cualquier época del año. Pero no sólo los estadounidenses han disputado encuentros clasificatorios sobre este tipo de superficies, sino también las selecciones nacionales de México y Honduras, que jugaron contra Estados Unidos y Costa Rica sobre campos de fútbol de hierba artificial. Precisamente, el estadio de la selección costarricense volvió a ser protagonista de la fase premundialista al disputarse el pasado mes de noviembre uno de los dos partidos de repesca entre Uruguay y Costa Rica. Al final Uruguay se impuso y será mundialista, un objetivo que, después de los partidos premundialistas ya disputados, el césped artificial espera cumplir en Sudáfrica 2010.
Fuente:
Notigras