El Mundial de Sudáfrica 2010 será recordado por abrir el más importante campeonato de fútbol al continente africano, pero también por convertirse en el primer escenario futbolístico de máxima categoría en el que debuta oficialmente el césped artificial. Y aunque por el momento han sido sólo unos pocos los partidos que se han jugado sobre este tipo de superficie (ocho encuentros en la primera fase), el paso de gigante dado por la hierba sintética es descomunal porque ha llegado para quedarse en el espectáculo deportivo con mayor número de aficionados en todo el mundo. Las cualidades técnicas de esta superficie han acabado por convencer a los astros del balón.
No en vano, la FIFA lleva ya años promoviendo la disputa de competiciones internacionales sobre un revestimiento que, a buen seguro, se convertirá en los campos de fútbol más demandados y utilizados en un futuro no muy lejano. Eso sí, la superficie de juego utilizada en Sudáfrica es por el momento híbrida, ya que los estadios Peter Mokaba y Mbombela han incorporado un césped que entremezcla hierba artificial y natural. Con todo, el avance de este producto es extraordinario e impensable hace una década, teniendo en cuenta la negativa percepción que existía sobre la superficie sintética, recelos y prejuicios que la realidad ha acabado por disipar a base de mejoras técnicas del producto logradas gracias a la innovación.
Argelia-Eslovenia, Honduras-Chile, Francia-México, Italia-Nueva Zelanda, Grecia-Argentina, Australia-Serbia, Paraguay-Nueva Zelanda y Corea del Norte-Costa de Marfil son los ocho partidos del Mundial de Sudáfrica 2010 que pasarán a la historia del fútbol por ser los primeros encuentros mundialistas de la categoría absoluta que se jueguen sobre un campo dotado con césped artificial. Los encuentros se disputaron con total normalidad. Sin duda, la prueba de fuego definitiva para confirmar la continua y exitosa evolución que en los últimos años está experimentando la hierba sintética. Y es que teniendo en cuenta que tradicionalmente el mundo del fútbol se mostraba reacio a dotar a los estadios con hierba artificial, la noticia más positiva de la introducción de este tipo de superficie en un Mundial es que no se está hablando de ello, lo cual demuestra su validez para la disputa de partidos de primer nivel dada la normalidad con la que ha sido aceptada por las selecciones.
Antes de su debut en Sudáfrica 2010, el defensa de Eslovenia Bostjan Cesar señalaba al respecto que
"algunas veces nos puede parecer un poco raro a los eslovenos, pero el balón se mueve sin problemas" . De la misma opción era el defensa argelino Majad Bougherra, su rival en el debut mundialista del césped sintético, quien destacó la espectacularidad que permite este tipo de superficies:
"Será un partido bastante rápido" .
Tras dejar de lado los falsos prejuicios, y gracias a los últimos avances tecnológicos, este tipo de revestimientos sintéticos se ha convertido en una superficie ideal y óptima para la disputa de encuentros deportivos de la más alta categoría. Una cuestión que ya han comprobado por sí mismas las selecciones nacionales que han jugado sus primeros partidos en los estados Peter Mokaba y Mbombela, donde antes del campeonato se dotó a estas dos canchas de un césped híbrido que entremezcla césped artificial y natural.
La razón principal por la que la FIFA ha hecho debutar a este tipo de revestimiento en un mundial se debe a las grandes ventajas que el césped sintético ofrece en comparación con la hierba natural. No hay que olvidar que en un campeonato del mundo se disputan decenas de partidos en un breve espacio de tiempo, lo cual trae consigo que el mayor uso de las canchas repercuta en el estado del césped. Un hándicap que no tiene la hierba artificial porque ésta permite hasta tres veces más horas de uso, es decir, una mayor durabilidad e intensidad de juego. Además, el césped artificial tiene a su favor que puede utilizarse en cualquier época del año y en las condiciones climatológicas más extremas.
En Sudáfrica, donde actualmente las temperaturas son bajas al coincidir con el inicio del invierno austral, ha sido difícil para la organización del campeonato plantar un césped natural que dé calidad y fiabilidad para la disputa de un torneo internacional de la talla del Mundial. No en vano son miles de millones de ojos que, a través de los medios de comunicación, van a estar fijos en el país africano durante un mes. Por ello, los estadios Peter Mokaba y Mbombela han apostado por la instalación de un césped híbrido que entremezcla el césped artificial con el natural. En cada uno de los dos campos se han instalado 20 millones de fibras sintéticas de hierba artificial que, además de dar colorido y simetría a la cancha, ayudan a mantener la superficie en buenas condiciones de juego facilitando el perfecto deslizamiento del balón. Sin duda, se trata de un hito histórico para el fútbol mundial, ya que el césped artificial ha comenzado en Sudáfrica a reivindicar su posición y a asentarse dentro del fútbol profesional.
Fuente:
Notigras