El interruptor de nivel
LFFS de
Baumer es adecuado para temperaturas de procesos de hasta 200°C. Cuando en medio es detectado, una luz azul en la parte superior del interruptor se ilumina. La señal es fácil de ver incluso cuando el sensor está instalado en la parte superior de un tanque. Gracias a la conexión de procesos DN28 el sensor es apto para aplicaciones higiénicas en las industrias de bebidas y alimentarias. Para aplicaciones en zonas con peligro de explosión el dispositivo está disponible en varias versiones ATEX. Con ayuda del FlexProgrammer 9701 puede ajustarse fácilmente con el ordenador.
El
LFFS reconoce el nivel de líquidos, medios viscosos e incluso materiales sólidos o polvorientos. Con medios especialmente difíciles como sustancias pegajosas, la función "teach-in" permite ajustar manualmente el nivel a detectar. El estado del interruptor puede ser elegido como "normalmente abierto" o "normalmente cerrado". Se pueden elegir también varios tipos de señal de salida (PNP, NPN y una señal digital) mediante la unidad de programación. Todos los componentes que entran en contacto con el medio son de acero inoxidable con aprobación FDA resistente a los ácidos o de plástico PEEK. El equipo utilizado en procesos de llenado satisface las exigencias EHEDG y tiene una autorización 3A. Puede instalarse tanto en depósitos abiertos como cerrados con presiones de hasta 40 bar. Como el
LFFS no tiene partes móviles y la electrónica está completamente integrada no necesita mantenimientos.
Utilizando un elemento refrigerador el interruptor de nivel es apropiado para temperaturas de procesos entre -40°C hasta +200°C. La pieza de conexión es opcional y está disponible en 100 mm y 250 mm de largo. Sirve como vía de enfriamiento o prolongación, por ejemplo cuando es necesario alcanzar el medio a través del aislamiento del tanque o hay que adaptar el registro del nivel a una temperaturas determinada. En la versión estándar el
LFFS está diseñado para temperaturas de proceso permanentes de entre -40°C y +85°C incluso para su aplicación en instalaciones de limpieza-en-sitio (CIP) y de esterilizado-en-sitio (SIP) con temperaturas a corto plazo (como máximo una hora) de hasta 140°C.
Para aplicaciones en entornos con gas y polvo el
LFFS está disponible en diversas versiones ATEX que permiten detectar el nivel de mezclas susceptibles de explosión de gas o de polvo que se dan por ejemplo en la industria química, farmacéutica o alimentaria de forma segura. Las certificaciones ATEX cubre las zonas 0, 1 y 2 así como las zonas 20, 21 y 22.