Situación actual del sector del prefabricado de hormigón en España 1. Drástica caída de la demanda En 2007, el sector del prefabricado de hormigón alcanzó la cifra récord de 8.500 millones de euros. A finales de 2009, esta cifra había caído a 4.400 millones, iniciándose un drástico descenso desde el segundo semestre de 2008. Con respecto a 2007, la disminución ha sido del 80% en materiales destinados a vivienda, de más del 60% en edificación industrial y comercial y del 40% en grandes obras civiles. La incidencia de la caída en la demanda ha sido muy heterogénea tanto a nivel de zonas geográficas afectadas, como al tipo de producto.
Para afrontar la drástica caída de la demanda experimentada, es necesario reactivar la política de inversión en construcción. Para
ANDECE , no tiene sentido abandonar la actividad que ha sido el motor de la economía española. La clave es encontrar alternativas que contemplen el relanzamiento de la actividad constructiva en España y de las inversiones requeridas. Los niveles de edificación residencial de 2006-2007 estaban totalmente desproporcionados y no respondían a la demanda real del mercado, por lo que la prioridad es reajustar la actividad a la necesidad real. En la actualidad, se precisan unas 350.000 viviendas anuales, pero la clave es construirlas allí donde se necesitan, sin obedecer a otros motivos.
Es bien conocido que España cuenta con un activo muy valioso, el clima. Este hecho propició que durante más de treinta años la explotación de segundas viviendas para una población fundamentalmente europea se desarrollara exponencialmente. Lamentablemente, en 2007 y hasta la actualidad, esta actividad ha sufrido una caída dramática debido a problemas derivados de una especulación inmobiliaria incontrolada.
Pero ante la situación actual y en contra de lo que se podría suponer, no es el momento de abandonar a su suerte una actividad que es vital para nuestra economía y que destruiría el trabajo ya hecho, sino que por el contrario, se debe relanzar y fomentar como valor seguro; es importante, no confundir beneficio por coste de suelo con realidades especulativas. No debemos olvidar que los índices nacionales en infraestructuras y construcción son uno de los principales indicadores del nivel de desarrollo de un país.
Con esto no queremos decir que no se vaya apostando por otro tipo de actividades económicas, todo lo contrario, así debe ser, pero no se debe olvidar que éstas tardarán en producir resultados y necesitamos resultados positivos a más corto plazo.
2. Pérdida de más de 18.000 empleos altamente cualificados En 2007, el sector generaba 39.000 puestos de trabajo directos, la mayor parte de ellos indefinidos y 10.000 derivados. En la actualidad, los empleos directos son 21.000, habiendo desaparecido 7.000 contratados eventuales y otros 1.000 en transporte y comerciales, lo que supone una reducción del 50% de la plantilla fija y el 80% de la eventual o autónomos. Es decir, que hasta la fecha se han perdido cerca de 18.000 empleos.
Debido al hecho de que los trabajadores del sector del prefabricado de hormigón son profesionales formados técnicamente y especializados, son de más difícil recolocación en otros sectores por lo que se ven abocados a un paro de muy larga duración.
3. Condiciones y plazos de pago Cuando en Europa hablar de pago a 60 días es implanteable, en nuestro país, plazos de 220 a 270 días son corrientes. Estas condiciones que son impuestas por las constructoras suponen una situación inasumible, pues los fabricantes han de dedicar una parte importante de sus recursos a financiar las ventas, en detrimento de inversiones en renovación de maquinaria, I+D+i, formación, etc. Por este motivo,
ANDECE es uno de los promotores de la Reforma de la Ley de Lucha contra la Morosidad. Cierto es que la modificación de esta ley ha supuesto un teórico alivio, pero aún falta mucho para que sea eficaz. Todos tenemos que afrontar los costes de nuestras inversiones. Los impagados suponen la ruina de las empresas, y a medio plazo, tendría efectos colaterales en otras actividades económicas del país.
4. Excesiva rigidez laboral Los trabajadores del sector son conscientes de la situación de la realidad que están viviendo sus empresas pero no así los sindicatos, que manifiestan una total despreocupación por el futuro de los trabajadores. Para
ANDECE es necesario cambiar de forma urgente el Sistema de Convenios para que cada empresa pueda adecuarse a la realidad, sin que ello implique incumplimientos en garantías. El convenio que se aplica dentro del sector es el Convenio Colectivo General del Sector de Derivados del Cemento.
Propuestas de ANDECE para mejorar el sector Fomentar el uso de soluciones constructivas industrializadas en todas las obras de promoción pública Según
ANDECE , esto permitiría al Gobierno una obra pública de mayor calidad técnica, durabilidad, ajustada en presupuesto y que aumentaría la competitividad. Si se fomentara el uso de dichas soluciones se podría conseguir que la contribución industrial aumentara, aunque las inversiones se redujeran en un 30%.
Los países que más avanzan económicamente en Europa son los que apuestan por su industria a todos los niveles, incluido el sector de la construcción. Cabe destacar que en Holanda y Alemania la participación de las soluciones industrializadas en la construcción llegan a un 45% y 38%, respectivamente frente al escueto 22% de España.
Como decimos anteriormente, la construcción industrializada representa en España un 22% dentro del total de la construcción. El proceso natural es que se abandone el modelo de construcción tradicional y se imponga este modelo constructivo que ya impera en Europa. Para
ANDECE , es necesario que España se industrialice constructivamente hablando; y es aquí donde la prefabricación con elementos de hormigón es la clave. Esta actividad es posible gracias a la existencia de industrias reales, con inversiones en maquinaria y equipamiento y con puestos de trabajo cualificados y estables. Apostar por una mayor participación de la industria en cualquier proceso constructivo beneficiará a toda la economía y ayudará a que el peso de la industria en el PIB sea mayor.
Hacer cumplir escrupulosamente los plazos de la Ley contra la Morosidad La nueva Ley establece plazos finales de pago de 30 días para las Administraciones Públicas y 60 días para el sector privado, con un periodo transitorio para alcanzar estas fechas topes de pago, que queda resumido de la siguiente forma:
• Administraciones Públicas: 55 días (2010), 50 días (2011), 40 días (2012) y 30 días (2013).
• Sector Privado: 85 días (2010), 85 días (2011), 75 días (2012) y 60 días (2013).
• Constructoras de obra civil: 85 y 120 días (2010), 85 y 120 días (2011), 75 y 90 días (2012) y 60 días (2013).
Primar la calidad como elemento fundamental de adjudicación Actualmente, la decisión viene directamente marcada por el precio, sin que la calidad se vea primada ni, lamentablemente, exigida como marca la ley europea y española.
Modificación urgente de la Legislación Laboral La actividad industrial de prefabricados de hormigón tiene un alto coste laboral que, en muchos casos, puede superar el 25% de los costes de producción. Por otra parte, nuestra demanda no es lineal, debiendo adecuar la producción a la misma.
Con la actual Legislación Laboral no resulta nada fácil conciliar costes laborales con demanda real, ni tiempos de producción con los exigidos por la demanda. Es preciso encontrar fórmulas justas que permitan esta adecuación.
Necesidad de que las empresas desarrollen soluciones constructivas completas en lugar de productos El gobierno insta a las empresas del sector a "exportar" la construcción La solución de trasladar nuestras plantas a terceros países no puede ser la panacea para la economía española. Una de las razones principales para nuestra industria es que la mayoría de los elementos prefabricados de hormigón no son susceptibles de exportación debido a la repercusión del transporte en su coste final. Aunque sí es viable a nivel individual de cada empresa, no lo es como solución a nivel de actividad económica nacional.
Como hemos dicho, sí que existen iniciativas de exportación de nuestras empresas, pero todavía queda mucho por avanzar en este aspecto. No hay que perder de vista que la salida de España de nuestras empresas es compleja y además faltan muchas ayudas e incentivos de la Administración. En este sentido, es deber del Gobierno crear estructuras de apoyo empresarial para facilitar y garantizar las actividades empresariales en el extranjero, como vienen haciendo la mayoría de los países de la Unión Europea.
Reestructuración del sector mediante agrupaciones y fusiones El mayor reto al que se enfrenta el sector es la reestructuración empresarial. Sin abandonar su carácter de empresas familiares es necesario que aumenten de tamaño, de forma que puedan optimizar los recursos de ingeniería, control de calidad, logística, red comercial, etc. Y esto sólo es posible mediante fusiones en entidades mayores que permitan una mayor especialización.
Lo que se pretende es cohesionar las empresas pequeñas en entidades mayores para que cada fábrica pueda especializarse en ciertos productos y soluciones, pero contribuyendo a la facturación general del grupo.
Conclusión general La economía española depende, en gran medida, de la explotación de nuestro mejor recurso: el clima. Para ello se precisa de una inversión permanente en mejorar nuestras comunicaciones y servicios (aeropuertos, comunicaciones ferroviarias y viales, hospitales, centros logísticos y comerciales, etc.), en definitiva, invertir en construcción y que ésta sea, ante todo, de calidad.
Apostar por la construcción industrializada con prefabricados de hormigón, sector que cuenta con centros de producción fijos como cualquier otra industria, es apostar por puestos de trabajo estables y cualificados, en lugar de puestos ligados a obras concretas y que desaparecen con la conclusión de cada proyecto concreto y que solo benefician a terceros.