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Centro Español de Información del Cobre (CEDIC) recuerda que el cobre es un material completamente seguro para su uso doméstico. Un hecho certificado por la comunidad científica tras la realización de numerosos estudios. Las pruebas llevadas a cabo confirman que el cobre es un material seguro para su utilización en el hogar al no ser CMR (carcinogénico, mutagénico ni disruptor hormonal) ni PBT (persistente, bioacumulable ni tóxico). Según las autoridades de la Unión Europea, además, es un metal totalmente seguro que no representa riesgo alguno para la salud de las personas.
La industria del cobre llevó a cabo la pasada década una Evaluación Voluntaria de Riesgos (VRA) en colaboración con el Instituto Superiore di Sanità del Gobierno italiano. En el año 2008, la VRA fue totalmente aprobada por las autoridades de la Unión Europea, siendo el primer ejercicio de este tipo que se completó en Europa.
La evaluación fue realizada por científicos destacados dentro del ámbito de la salud y del medioambiente. Este reconocimiento por parte de la comunidad científica y por las autoridades reguladores de la Unión Europea supone una base sólida que certifica la seguridad del uso del cobre en los hogares. El Comité Técnico de la Comisión Europea para Sustancias Nuevas y Existentes (TCNES) y el Comité Científico sobre Riesgos Sanitarios y Medioambientales (SCHER) aprobaron las metodologías y los resultados de la Evaluación Voluntaria de Riesgos.
La VRA supuso una serie de exigentes evaluaciones, entre las que destacan: la cuantificación de las emisiones al medioambiente durante la producción, el uso y disposición final del cobre, la evaluación de la exposición a este metal de trabajadores y consumidores, y la recomendación de límites de seguridad para el medio ambiente y la salud humana, entre otras.
El uso de cobre en instalaciones puede llegar a salvar vidas Gracias a sus características, el cobre es uno de los metales más valorado por los profesionales para las instalaciones de tuberías o sistemas de calefacción. Así, los tubos de cobre no son inflamables ni emiten humos tóxicos, por lo que en caso de incendio pueden llegar a salvar vidas. Además, las piezas fabricadas con este metal están sujetas a acuerdos internacionales, por lo que siempre sus componentes son compatibles entre distintos fabricantes y a lo largo del tiempo, lo que supone una tranquilidad para usuarios e instaladores.
Otras de sus principales ventajas son su maleabilidad, que lo convierte en un metal fácil de instalar; su poder antimicrobiano, que permite reducir drásticamente el riesgo de patógenos en las instalaciones de agua potable; además de que soporta altas presiones y temperaturas muy elevadas. Por otra parte, las instalaciones de cobre son fiables y duraderas, requiriendo un nivel de mantenimiento mínimo durante décadas.