El diseño de los espacios sanitarios puede contribuir considerablemente al bienestar de los pacientes, de sus familiares y del personal sanitario. Ayuda a reducir el estrés y el agotamiento, fomenta la colaboración y el trabajo en equipo, la generación de ideas y permite gestionar mejor el caos que puede reinar en un hospital. Estas son las conclusiones a las que se ha llegado en las II Jornadas Lean Healthcare, celebradas en Barcelona, a través de una conferencia ofrecida por Fabiana Ceide, arquitecta que lidera el área de Healthcare de
Steelcase , compañía líder en el mundo en la optimización de espacios de trabajo.
Los espacios sanitarios avanzados de hoy en día deben ser diseñados para dar soporte y responder a las necesidades de tres tipos de usuarios: pacientes, familiares y personal sanitario. Consciente de ello,
Steelcase ofrece soluciones que integran la arquitectura, el equipamiento y la tecnología, para ayudar a los centros sanitarios a mejorar sus resultados actuales y a responder a todos los retos de mañana.
¿Cómo puede ayudar el espacio? Steelcase , líder mundial en equipamiento y optimización de espacios de trabajo, considera que los espacios sanitarios deben hacer frente a cinco retos: optimizar cada metro cuadrado; mejorar los flujos de colaboración entre los trabajadores; atraer y retener el talento de los profesionales; construir referencia de calidad; y estimular el bienestar físico, cognitivo y emocional de los usuarios que confluyen en estas instalaciones.
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Optimizar el espacio: en un centro sanitario donde, por lo general, reinan las prisas y el estrés, y donde no siempre coinciden las necesidades de usuarios, pacientes y personal sanitario, la optimización de los espacios resulta primordial para no desaprovechar ningún metro cuadrado. En este sentido, los centros sanitarios deben estudiar los flujos de trabajo y facilitar la movilidad de sus trabajadores sin interrupciones y complicaciones que les hagan desaprovechar su valioso tiempo.
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Fomentar los flujos de colaboración entre los trabajadores: fomentar y favorecer la colaboración entre el personal sanitario resulta prioritario para la calidad en la asistencia médica. En este sentido, se deben proporcionar lugares para compartir la información de forma espontánea, se deben facilitar los intercambios eficientes de información entre equipos con el apoyo de tecnología integrada en el mobiliario, crear suficientes espacios de confidencialidad para abordar temas médicos o hacer fácilmente visible la información importante sobre pacientes o procesos, asegurando que no se pierde calidad en la información transmitida entre turnos o entre áreas y departamentos.
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Desarrollar, atraer y retener el talento. El espacio laboral de un centro sanitario debe contribuir a desarrollar las habilidades de los profesionales proporcionándoles el acceso rápido a la tecnología y creando procesos laborales eficientes que favorezcan la consulta a archivos de pacientes en formato papel o electrónico. Asimismo, los espacios deben diseñarse para permitir la socialización y el tiempo de descanso de las personas que los ocupan, dos aspectos que resultan primordiales en un centro sanitario, donde los trabajadores realizan jornadas agotadoras y maratonianas.
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Construir referencia de calidad. Para lograr que los usuarios o pacientes sientan que se encuentran en un espacio sanitario que presta un servicio de calidad, no sólo es cuestión de hacer un buen diagnóstico, sino también de marcar la diferencia, haciendo que los tiempos de espera y estancia de los pacientes y sus acompañantes resulten activos y productivos. Además, crear una estética en el mobiliario que resulte acogedora, amable y cómoda puede ayudar a templar los ánimos y los nervios de los usuarios. Aportar un ambiente agradable e inspirador aumentará la motivación y la sensación de confort de empleados y pacientes.
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Estimular el bienestar del paciente, de los familiares y del personal sanitario. Un espacio sanitario puede llegar a ser muy estresante tanto para el personal -provocando baja productividad y agotamiento-, como para los pacientes y familiares -disminuyendo la capacidad de cura y la satisfacción con el servicio recibido-. Es por ello que se puede incrementar el bienestar de estos colectivos proporcionando, por ejemplo, áreas de espera que presten más confort y comodidad, espacios accesibles a personas con movilidad reducida, lugares donde se comparta información confidencial, vistas al exterior desde las habitaciones o mobiliario flexible para que el personal sanitario trabaje en distintas formas posturales.