En la comarca del Alt Penedés, en el municipio Sant Pere Molanta de Barcelona, inmerso en el paisaje de viñedos característico de la zona, se encuentra este centro de enseñanza revestido con el
sistema vertical de fachada ventilada Ulma. El autor de proyecto, el arquitecto Gustau Gili, trasladó a
Ulma su propósito de conseguir una textura y un color que se mimetizara con el entorno.
Colaboración en Proyecto y Gestión Integral El equipo de proyecto de
Ulma Architectural Solutions en colaboración con el arquitecto, desarrolló una placa de
color especial semejante a la hoja de parra, con una
textura personalizada que simulara los campos de vid.
Para obtener la tonalidad que se asemejara al aspecto del viñedo, se recogieron hojas de vid de los campos para enviarlas a fábrica y conseguir la tonalidad que reprodujera el color exacto. En cuanto al diseño de la textura, se partió de un boceto creado por el arquitecto y se le proporcionó relieve y profundidad hasta lograr la textura deseada.
Según el arquitecto, la buena predisposición para la personalización, la asistencia técnica y la colaboración en el proyecto fueron esenciales a la hora de desarrollar el producto final.
El edificio se estructura en dos alas, una correspondiente a educación infantil y la otra dedicada a primaria. En ambas alas, se disponen una serie de patios donde se vuelcan las aulas y los espacios de circulación, asegurando su ventilación, iluminación y vistas, convirtiéndose en espacios protagonistas.
La intención del proyecto es diferenciar claramente entre dos materiales contrapuestos a lo largo de toda la obra. Por un lado se utiliza un crudo bloque de hormigón visto y por otro un panel de hormigón polímero, coloreado y ornamentado.
Esta contraposición marca dos tipos de espacios dentro del edificio: los espacios de patio donde todo gira alrededor de ellos y los espacios perimetrales, las fachadas testeras.
El acabado, la luminosidad del colorido, y la textura vibrante de las placas de hormigón polímero, con que se revisten los patios, permiten adentrar características del paisaje circundante, en el interior del edificio. De lejos, el edificio situado en un mar de viñedos, se disgrega para dejar entrar en él parte de ese territorio.