Steelcase , compañía especializada en el equipamiento y optimización de los espacios de trabajo y de colectividades, acaba de inaugurar el mayor centro de innovación de diseño de mobiliario del mundo, un laboratorio de ideas donde el diseño se da la mano con la funcionalidad y la ergonomía.
El complejo, de 30.000 m², está ubicado en las oficinas centrales de la compañía en Grand Rapids (Michigan, EE.UU.) y tiene capacidad para 300 trabajadores. En este centro de referencia mundial, que se encuentra a la vanguardia del diseño, se trabaja y da forma a los nuevos prototipos de mobiliario que darán respuesta a las necesidades de los espacios de trabajo del futuro (oficinas cada vez más globales, en las que fluya la colaboración multidisciplinar, con puestos no asignados en los que se aprecie la movilidad de los trabajadores), así como mobiliario adaptado a colectividades (universidades, centros sanitarios, etcétera).
El Centro de Innovación de
Steelcase centrará su trabajo en el diseño de mobiliario ergonómico, sostenible, eco-eficiente y funcional que dé respuesta a las necesidades de organización del espacio de trabajo que se demandan en las corporaciones empresariales.
El objetivo de este centro es ofrecer un espacio puntero e innovador a los diferentes grupos de trabajo de
Steelcase que están repartidos por todo el mundo pero que trabajan en un proyecto común. De hecho, hoy en día, el 75% de los proyectos de desarrollo de producto de
Steelcase son globales, con estudios de diseño en Europa, Asia y Norteamérica. De este modo, los trabajadores pueden colaborar temporalmente en el desarrollo de un prototipo concreto y pueden poner en común sus ideas sin el obstáculo de las barreras físicas.
El nuevo centro de innovación ofrece un rango de espacios donde las personas pueden elegir dónde trabajar en función del tipo de actividad que necesiten realizar a lo largo del día. Todos los espacios facilitan el movimiento de los usuarios y permiten trabajar en varias posturas (de pie, recostado, andando, etcétera), lo que reduce el agotamiento y el dolor de los usuarios al permanecer en la misma postura durante jornadas maratonianas. Todo es transparente: las paredes de cristal se convierten en las nuevas superficies de trabajo y permiten a los trabajadores ver cómo sus ideas progresan desde el concepto a la realidad.