La empresa multinacional Onduline®, líder en sistemas ligeros de impermeabilización y aislamiento para cubierta inclinada, protege, en esta ocasión, el patrimonio histórico - cultural Salamantino con su nuevo Sistema Onduline® Bajo Teja DRS. Se trata de la antigua iglesia-panteón de los Duques de Alba, el Monasterio de San Jerónimo, en Alba de Tormes, una de las joyas arquitectónicas de la villa y actual museo de arqueología.
Este histórico edificio, fundado hacia mediados del siglo XII por Alfonso VII de Castilla, fue sede de premostatenses hasta su expulsión y conducción, en 1439 por el papa Eugenio IV, al Monasterio de la Caridad de Ciudad Rodrigo, momento en el cual pasó a ser ocupado por frailes jerónimos. Los Duques de Alba fueron quienes construyeron la Iglesia con retablo y sacristía, ornamentándola y decorándola, siendo por ello enterrados en la capilla mayor aún sin ser patronos de la villa.
El Convento se encontraba en tal mal estado que los monjes jerónimos tuvieron que realizar numerosos trabajos de restauración, permaneciendo en este hasta la infausta Desamortización, en la que quedó reducido a escombros y restos que aún pueden encontrarse dispersos por los municipios aledaños. El monasterio pasó por varias manos particulares hasta sus actuales propietarios, los padres Reparadores Dehonianos, quienes lo restauraron dado su nefasto estado.
Además de su alto valor arquitectónico, actualmente el edificio destaca por contar con un museo arqueológico legado del Padre Ignacio María Belda, fundado en 1982, que ofrece más de 300 objetos originales y una selección especial de 8 piezas, que permiten dar a conocer la evolución cultural del homo en Europa desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad Media.
La cubierta del monasterio, ejecutada originalmente en bóveda cerámica, contaba únicamente con una capa de mortero sobre la cual se asentaba una teja cerámica alicantina como acabado. Al no disponer de impermeabilización y dada la poca pendiente del tejado, las goteras y humedades eran frecuentes, dando como resultado importantes deficiencias y deterioros.
Por este motivo, era fundamental que la rehabilitación se ejecutará con un sistema que garantizase la total estanqueidad del tejado y que a su vez perdurase el mayor tiempo posible. Los motivos determinantes para la elección de Onduline® Bajo Teja como la solución más conveniente para este proyecto fueron varios: por un lado, la confianza y durabilidad del sistema, que cuenta con una garantía de 30 años de impermeabilidad y, por otro, la experiencia previa de Eduardo Gómez, arquitecto encargado de la rehabilitación, quien ya había empleado el sistema en otros proyectos similares como el Monasterio de Las Benedictinas, con excelentes resultados.
En cuanto a las tareas de rehabilitación de la cubierta, llevadas a cabo por la empresa SOTECUR, instaladores oficiales de Cerámica Verea, se han realizado por fases. En general, en todas las zonas rehabilitadas el orden de trabajo ha sido el mismo: Retirada de la teja y limpieza del soporte, regularización con una ligera capa de mortero, asilamiento mediante planchón de poliestireno extruido de 5 cm y por último, impermeabilización con Onduline® Bajo Teja DRS.
Una de las principales ventajas que aporta el Sistema Onduline® Bajo Teja DRS a la hora de trabajar en cubierta es su rápida instalación; colocándose de un solo paso la impermeabilización del tejado, quedando este totalmente protegido frente a la intemperie, lo cual permite acometer los trabajos por fases, evitando que se moje y deteriore el aislamiento y la propia cubierta.
Además, el sistema Onduline® Bajo Teja ha sido recientemente mejorado gracias a la tecnología DRS. Esta novedad, fruto de la apuesta en mejora continua de la firma, otorga a las placas Onduline® una doble capara de resinas de consistencia y durabilidad que mejoran sus prestaciones frente a la humedad y condensación.
Por otro lado, el nuevo Onduline® Bajo Teja DRS cuenta con un doble solape de seguridad que garantiza y facilita la correcta instalación de las placas, mejorando además la estanqueidad de estas. En este proyecto, el modelo de placa utilizado ha sido el BT-150 PLUS, un modelo de placa fabricado específicamente para su aplicación tanto con tejas curvas como con tejas de encaje (mixtas, planas, de hormigón) y pizarra obteniendo una alta resistencia al pisado en cubierta. Se trata de una placa muy resistente y flexible, siendo su instalación más fácil y segura. Por su ligereza y versatilidad es especialmente apropiada para proyectos de rehabilitación de tejados.
Por último y con las placas Onduline® Bajo Teja fijadas al soporte, solo queda colocar la cobertura, en este caso teja cerámica mixta sin encaje VEREA S recibida con gancho y espuma. La instalación de este tipo de tejas se facilita gracias a la plantilla y rugosidad que ofrecen las placas Onduline® Bajo Teja, ahorrando en número de tejas y material de agarre. Las tejas se pueden recibir tanto con mortero como con espuma de poliuretano ya que el agarre y contacto con las placas Onduline® Bajo Teja de estos materiales es muy fuerte y duradero. En Onduline® siempre recomiendan seguir las recomendaciones del fabricante de tejas en cuanto al método y grado de fijación puesto las placas se adaptan perfectamente a cualquier forma de instalación.