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    18 Oct '16

    Onduline participa en la rehabilitación de los antiguos Cuarteles de Lepanto con su sistema de impermeabilización de tejados Onduline Bajo Teja DRS

    La transformación de los Cuarteles de Lepanto como residencia estudiantil de la Universidad de Alcalá de Henares, requerían de una solución impermeabilizante con garantías de durabilidad que protegiese el aislamiento térmico del tejado

    La empresa multinacional Onduline®, líder en sistemas ligeros de impermeabilización y aislamiento para cubierta inclinada, ha participado con su sistema de impermeabilización bajo teja en el proyecto de rehabilitación y recuperación de los antiguos Cuarteles de Lepanto como futura residencia estudiantil, actuando sobre una superficie total de en torno a 4.000 m2 de cubierta.

    Este antiguo complejo militar, cuya datación esta entre 1859 y 1864, fue originalmente construido para albergar la Escuela de Herradores del Ejercito aunque sirvió como alojamiento, junto al aledaño cuartel del Príncipe, de diversas unidades militares, siendo la Brigada Paracaidista, BRIPAC, la última en alojarse. Con el paso del tiempo, y debido a su desuso y deterioro, en 2005 el Ministerio de Defensa cedió a la Universidad de Alcalá de Henares.

    La nueva residencia universitaria contará con más de 12.000 metros cuadrados de superficie, alrededor de 400 habitaciones y capacidad de albergar a alrededor de 470 residentes. La distribución de las estancias se reparte entre las tres plantas (incluyendo el bajo cubierta), siendo en su mayor parte habitaciones individuales, pero contando igualmente con dormitorios dobles y habitaciones especialmente adaptadas a personas con discapacidad.

    El patio interior del antiguo cuartel será el punto de encuentro de la vida universitaria de Alcalá, contando con el desarrollo de actividades culturales, deportivas e institucionales.

    El proyecto, que cuenta con una inversión de la empresa adjudicataria que asciende a los 17,1 millones de euros, ha sido elaborado por la división ingeniería del Grupo LKS. El periodo de concesión una vez finalicen las obras será de 40 años, estimándose la puesta en marcha del nuevo complejo residencial sea posible durante el curso 2016-17.

    Las tareas de rehabilitación de cubierta, ejecutadas por la empresa especialista en fachadas y cubiertas STRUNOR han afectado a una superficie total de más de 4000 m2 de tejados en la cual se ha impermeabilizado con el sistema Onduline Bajo Teja DRS 150 PLUS.

    La estructura original del tejado estaba formada por rasilla cerámica y una capa de hormigón aligerado. Sobre esta se asentaba la teja cerámica curva directamente recibida con mortero. A nivel general, las cubiertas presentaban importantes defectos, debido principalmente tanto a la antigüedad de estas como a la falta de una impermeabilización bajo teja.

    En una primera fase, los trabajos de rehabilitación han consistido en la retirada y recuperación de la teja cerámica curva, para su posterior reutilización, y en la limpieza y preparación de los faldones de las cubiertas, regularizando y saneando las zonas más afectadas.

    El nuevo sistema constructivo de los tejados se ha definido contando con la necesidad de aportar un adecuado ahorro energético y confortabilidad al espacio bajo cubierta dado su futuro aprovechamiento como espacio habitable. Por otro lado, contar con una solución impermeable que proteja el aislamiento y prolongue su vida útil en buenas condiciones era fundamental.

    Para garantizar un correcto aislamiento, se ha instalado un doble planchón de poliestireno extruido de 6 cm, cruzado y entre rastreles de madera, sujetos mecánicamente al soporte. Una vez se ha instalado el aislamiento, la impermeabilización con Onduline Bajo Teja DRS, en este caso con el modelo para tejas curvas de alta resistencia al pisado: BT-150 PLUS, se realiza de forma rápida, directamente sobre la superficie aislada, fijándose mecánicamente a los rastreles de madera.

    Con la instalación de las placas Onduline Bajo Teja DRS se asegura la protección del aislamiento y la estanqueidad del tejado pero además se aporta un doble tiro de ventilación evitando posibles condensaciones y humedades.

    Por otro lado, una vez se han dispuesto las placas sobre el tejado, este queda totalmente protegido a la intemperie, permitiendo tejar por fases y sin preocupación de que se dañen los elementos aislantes o de soporte por la entrada de agua.

    En cuanto a las tejas, se han recuperado la mayor parte de piezas originales posibles, reservándose para su colocación como tejas cobija, siendo solamente la teja canal nueva. De esta forma se mantiene la estética tradicional del tejado, cuestión primordial en obras de edificios históricos y de patrimonio, pero permitiendo recibir las tejas nuevas con espuma o sistemas de fijación en seco como gancho.

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