Se dice que los edificios son los auténticos depredadores energéticos en España, ya que se llevan cerca del 20% de toda la energía que consume España. De esa cifra, el 7% corresponde al sector terciario, en el que se enmarcan los hoteles, que tienen unas elevadas necesidades energéticas propias de su actividad. Luz para todas las estancias y jardines, electricidad para el funcionamiento de televisiones, maquinaria, ascensores…y climatización. Este apartado puede llegar a suponer el 30% de la factura energética de los hoteles, según el Instituto Técnico Hotelero (ITH); no obstante, es un gasto que podrían reducir hasta la mitad abrigando toda la envolvente del edificio, según las estimaciones de
Danosa , especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible que abarca desde el aislamiento térmico y acústico hasta la impermeabilización.
En concreto, actualmente
nueve de cada diez edificios en España sufren pérdidas de calor innecesarias porque no están adecuadamente aislados. Entre ellos están los hoteles, que
podrían reducir sus necesidades de energía a la mitad si llevasen a cabo acciones como renovar la parte ciega de las fachadas, sustituir la parte acristalada o controlar las filtraciones de aire. No obstante, si acometieran una rehabilitación térmica completa
para abrigar el hotel con una envolvente adecuada estos ahorros
podrían ser del 90% , tal y como afirma la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) de origen alemán.
El objetivo es que los edificios, independientemente de su tipo, sean en sí mismos poco demandantes de energía, y un paso fundamental para lograrlo es protegiendo la fachada y las cubiertas,
pues el 40% de las pérdidas energéticas se produce por la envolvente térmica . Por ello, Danosa recomienda que los hoteles lleven a cabo una rehabilitación completa de su fachada y cubiertas para ahorrar en la factura de electricidad anual. Hoy por hoy, las obras de rehabilitación de los hoteles únicamente abordan la parte estética y la mejora de la eficiencia de las máquinas y la logística, pero no atacan el agujero negro que supone no intervenir en "abrigar" al edificio para conseguir un mayor confort de los clientes al mínimo coste.
En busca del confort integral Ahora bien, este confort térmico puede verse amenazado por las humedades y goteras que enfrían las habitaciones y estancias y empeoran la sensación térmica. Las zonas susceptibles de sufrir humedades –cubiertas, jardines, cocinas, fosos de ascensores, sótanos o fachadas expuestas- deben estar debidamente protegidas de las inclemencias meteorológicas para que no se abuse de la calefacción para crear una ‘falsa sensación’ de calor en el hotel. Y esta rehabilitación no es baladí,
pues a cada grado que se sube el termostato, el consumo de energía aumenta un 7% .
Por otro lado, Danosa señala que, a día de hoy, se da una situación paradójica en el contexto hotelero, pues
los hoteles están incluso peor insonorizados que las viviendas , lo que afecta al descanso y la tranquilidad de los viajeros y, a la postre, al confort integral. Teniendo en cuenta, además, que los hoteles hoy en día tienen múltiples usos –alojamiento, congresos, restaurantes, salas de ocio, piscinas y spas, discotecas, etc- es imprescindible que todas las estancias y espacios estén insonorizados según sus características y actividades para no afectar el objetivo primigenio de los clientes: el descanso. Igualmente, el exceso de ruido genera contaminación acústica, que es una de los principales quejas de los huéspedes.
La sostenibilidad, el nuevo paradigma El objetivo de todos estos sistemas eficientes no solo es reducir la factura energética del hotel, sino también la factura medioambiental. Por ejemplo, los sistemas de aislamiento térmico reducen en la misma proporción la emisión de CO2 a la atmósfera, de modo que con una buena protección los hoteles
pueden reducir hasta el 50% estas emisiones y contribuir a hacer el entorno más sostenible.
Porque la sostenibilidad es el concepto clave en el nuevo paradigma de turismo que se está imponiendo. La mayor concienciación con el medio ambiente de los ciudadanos ha propiciado nuevas formas de viajar; tanto es así que
un tercio de los viajeros elegirá este año destinos turísticos más sostenibles , según datos recogidos por la Organización Mundial del Turismo (OMT), mientras que el 80% valora que los lugares en los que se aloja pongan en marcha iniciativas ecológicas. En este sentido, Danosa propone dar una
nueva vida a los áticos y cubiertas de los hoteles convirtiéndolos en zonas lúdicas, jardines y huertos urbanos que contribuyen a la renovación del aire del propio hotel y de su entorno. A la vez, reducen la factura energética hasta en un 30% porque se produce el llamado ‘efecto toldo’, de modo que la radiación solar no cae de lleno sobre la estructura del edificio, ya que la vegetación la absorbe, al igual que sucede con las ondas sonoras.
Para fomentar este tipo de construcción sostenible en la industria hotelera existen las certificaciones verdes de edificios, que buscan una construcción que repercuta en beneficios económicos, sociales y medioambientales para todos los agentes afectados por la edificación. Estas certificaciones están muy extendidas internacionalmente, como el LEED (Leadership in Energy an Environmental Desing), para fomentar edificios bajo criterios sostenibles y de alta eficiencia, o el sistema de evaluación de la sostenibilidad BREEAM (Building Research Establishment Environment Assessment Method).
Con motivo de la
jornada ‘Nuevo Paradigma Hotelero-Renovarse o Morir" , que organizan el grupo Evetson y la revista Promateriales el próximo 11 de mayo en Madrid, Danosa pone encima de la mesa el debate sobre como este déficit de protección térmica puede acabar restando competitividad a la industria hotelera española en un momento clave, con España como la segunda potencia turística mundial.
Para el jefe del departamento técnico de Danosa, José Manuel Rojas, "es imprescindible que los hoteles españoles tomen conciencia de que si quieren estar en primera línea de juego deben apostar por la rehabilitación integral para ofrecer un confort total al mínimo coste no sólo de eficiencia energética, donde la estanqueidad al agua es fundamental, sino también de aislamiento acústico buscando siempre el bienestar y calidad de estancia del huésped para que repita y quiera volver mañana".
En esta búsqueda de la sostenibilidad en la construcción, Danosa colabora activamente con diversos estudios de arquitectura asesorando sobre las soluciones constructivas más adecuadas a cada proyecto, como el
Estudio Lamela , uno de los principales referentes arquitectónicos nacionales que conjuga funcionalidad, profesionalidad y sostenibilidad en todos sus proyectos y que también tendrá presencia en esta jornada hotelera.