El futuro de los colegios profesionales pasa por dar seguridad a sus afiliados y a la sociedad a través de unas norma éticas. Esta es una de las principales conclusiones de la mesa redonda sobre Deontología y Buena Praxis que ha acogido el Col·legi d’Aparelladors de Barcelona (CAATEEB) en el marco del Congreso de las Profesiones organizado por la Associació Intercol·legial de Col·legis Professionals de Catalunya, entidad que representa a más de 100 corporaciones profesionales catalanas entorno a las cuales se reúnen más de 200.000 colegiados y colegiadas de todos los sectores profesionales.
El acto, presidido por el president del CAATEEB, Jordi Gosalves, estuvo moderado por el periodista y máximo representante del Consell de la Informació de Catalunya (CIC) Roger Jiménez, y fue inaugurado por Xavier Bernadí, director general de Dret i Entitats Jurídiques del Departamento de Justícia de la Generalitat de Catalunya, quien en su intervención destacó la necesidad de una actitud ética de los colegiosd para poder hacer frente "a la doble amenaza que supone la recentralización autonómica y la liberalización creciente de las profesiones". En el debate participaron Jacint Raurell, responsable de la Comisión de Incidencias del Col·legi d’Arquitectes; el Síndic del Col·legi d’Enginyers Industrials de Catalunya, Pere Alavedra; Juan Gracia, asesor jurídico del Col·legi d’Enginyers Graduats i Enginyers Tècnics Industrials de Barcelona; Joaquim Llagostera, secretario de la junta rectoral del Col·legi d’Enginyers de Camins, Canals i Ports de Catalunya, y Ramon Pérez, presidente del Col·legi de Geòlegs de Catalunya.
Durante la apertura de la sesión, Roger Jiménez destacó el papel protagonista de los códigos deontológicos por su poder de orientación social y la capacidad de hacer pedagogía sobre las buenas prácticas.. Por su parte, el presidente del CAATEEB, Jordi Gosalves, ha afirmado que estamos viviendo una situación de cambio que serà cotinua" y que los colegios "han de ser necesarios, más que obligatorios, tanto para la Sociedad como para los propios profesionales", en este sentido destacó la necesidad de alejarnos del corporativismo y rechazar las malas praxis como forma de defender a la inmensa mayoría de Buenos profesionales".
Jacint Raurell, ha destacado "la exigencia cada vez mayor de transparencia, calidad y excelencia por parte de la sociedad, lo que hace que el control deontológico de los colegios sea una de las pocas coses que sobrevivirán a la ola de liberalización que se acerca".
Pere Alavedra ha afirmado que "el crecimiento de los conflictes deontològicos se produce en el momento en que se dan cambios profesionales", lo que le ha llevado a reclamar "dar una paso para dejar de ser colegios de tituldos para ser colegios de profesionales acreditados".
La necesidad de potenciar la mediación como fórmula para resolver los conflictes deontològicos que enfrenten a profesionales y clientes por paertede los colegios ha sido una de las propuestas de Joan Gracia, a pesar de que "a menudo y de forma creciente se ha detectado que las resoluciones del col·legio son el primer paso hacia una futura reclamación judicial".
Finalmente, Ramon Pérez ha centrado su intervención en la necesidad de separar la responsabilidad civil de la responsabilidad deontológica y de tomar medidas para evitar situaciones que se pueden generar cuando las persones denunciades por malas prácticas forman parte de las propias juntas directivas de los colegios profesionales.