Robert Benedé Gerente de ANFAPA En España cerca del 58% de los 25,2 millones de viviendas de nuestro parque edificatorio fueron construidas antes de los años 80 por lo que presentan grandes deficiencias de aislamiento y no cumplen con los requisitos necesarios de habitabilidad y confort térmico establecidos por el CTE; en este sentido la necesidad de instalar sistemas de rehabilitación térmica como el SATE es indiscutible.
¿Qué importancia tiene el aislamiento térmico en los edificios? Es vital preservar nuestro medio ambiente, para ello debemos reducir la emisión de gases contaminantes y ahorrar en el consumo de recursos energéticos, parte de los cuales son de importación y todo ello pasa por actuar sobre el consumo de los edificios
Para ello hay que distinguir tres aspectos, que denominaremos etapas, puesto que deben ir una después de la otra. Estas son: aislamiento de toda la envolvente del edificio (fachada, cubierta, suelo y huecos), alta eficiencia de los equipos consumidores (acs, calefacción, refrigeración e iluminación) y producción de energía de fuentes renovables.
Aunque las etapas 2 y 3 se puedan abordar simultáneamente, consideramos que siempre hay que empezar por disponer de un edificio de consumo reducido, que dado el peso que en ello tiene la calefacción y refrigeración, quiere decir muy bien aislado, que se comporte como un termo y que sus pérdidas de energía sean muy reducidas. Perfeccionando su aislamiento, tenderemos al objetivo de edificios de consumo cero.
En el caso de las fachadas disponemos de la solución SATE, sistema de aislamiento térmico por el exterior, que supone una alternativa muy ventajosa, pues resuelve de una manera sencilla la dotación al edificio de un aislamiento continuo que evita los puentes térmicos de manera fácil y contundente.
¿Qué otras ventajas tienen el sistema SATE de aislamiento? Una de las principales junto a la eliminación de los puentes térmicos es la mejora la inercia térmica de los cerramientos, al situar el aislamiento por la cara exterior, se estabilizan las temperaturas interiores y se evitan las oscilaciones térmicas obteniendo una temperatura uniforme en toda la vivienda.
En las fachadas, el muro que es el elemento que tienen más masa, es el que acumula más calor, por ello, para poder conseguir el confort interno deseado, en invierno deberemos evitar que pierda demasiado rápidamente el calor que le suministra la calefacción y en verano trataremos de reducir en él la acumulación de calor y esto es más fácil de conseguir con un sistema de aislamiento continúo colocado por el exterior en el que no existen saltos térmicos.
Asimismo, cabe destacar que, además de en obra nueva, pueden ser aplicados fácilmente en rehabilitaciones de edificios habitados ya que al colocarse por el exterior los trabajos de ejecución no perturban en exceso a los usuarios que podrán seguir habitando las viviendas. Cabe destacar también que en comparación con otros sistemas de aislamiento térmico interiores la aplicación de un SATE no reduce la superficie habitable de las viviendas.
¿Cuándo aparece el SATE como solución constructiva y cuál ha sido su evolución? El SATE se empezó a desarrollar en Suecia en 1940 y en los años 50 se fue extendiendo a Alemania y Suiza.
Fueron principalmente los países centroeuropeos los que, teniendo un parque inmobiliario envejecido y escasez de suelo en el interior de las ciudades, necesitaron de la rehabilitación y optaron por este sistema por ser ventajoso para adaptarse a edificios ya construidos. En los países latinos, especialmente los del sur, su entrada fue más tardía debido en parte a las temperaturas más templadas que centraron la preocupación en la ventilación para protegerse del calor y en parte a que hasta hace relativamente pocos años no se dedicaba muchos esfuerzos a la rehabilitación de los edificios.
En los países más fríos era inevitable aislar os edificios dado que los equipos de calefacción no conseguían un buen resultado de confort térmico sino a costa de un gran consumo, en los países más cálidos el diferencial de temperatura permitía obtener resultados razonables aún sin un gran aislamiento.
Sin embargo, a partir de la toma de conciencia de la necesidad de salvaguardar nuestro planeta reduciendo al máximo la emisión de gases contaminantes, se produce una incorporación de estos países a las técnicas de obtención de niveles de aislamiento elevados.
En la actualidad, en que hablamos en términos de sostenibilidad, los aislamientos térmicos juegan un papel destacado en la disminución de emisiones de CO2.
Así pues, cabe concluir que en España existe un gran potencial de crecimiento, tanto para mejorar las prestaciones de aislamiento en los proyectos, como para mejorar los resultados en las obras de rehabilitación de viviendas construidas hace unos años, con criterios poco exigentes o incluso con nula preocupación por el aislamiento.
¿Qué ha supuesto para el sector la entrada en vigor del DB HE del CTE y la implementación de la 'etiqueta energética' en los edificios? El consumo energético de los edificios supone una parte considerable del total de energía consumida, o "factura energética" del país, por ello se han ido aprobando normativas tendentes a reducirlo.
Estas normativas cumplen una función de exigencia de prestaciones y a la vez ayudan a concienciar al usuario sobre la importancia de tomar medidas para aumentar la eficacia energética de su vivienda.
En el
CTE - DB HE1 documento básico, ahorro energético sección 1 se hace referencia a la
Limitación de la demanda energética , estableciendo que los edificios dispondrán de una
"envolvente térmica" que limitará adecuadamente la
demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico, en función del clima de la localidad, del uso del edificio y del régimen estacional, verano o invierno.
Su ámbito de aplicación se extiende a todos los edificios de nueva construcción y también a las reformas o rehabilitaciones de edificios existentes, aplicando los criterios de "no empeoramiento" de las condiciones preexistentes y de "flexibilidad" en los casos en que no sea posible alcanzar el nivel de prestaciones establecido, siempre debidamente justificado.
Como comentaba al principio en España cerca del El 58% de los 25,2 millones de viviendas fueron construidas antes de los años 80 y presentan grandes deficiencias de aislamiento lo que se traduce en no cumplir con los requisitos necesarios de habitabilidad y confort térmico.
Los edificios que deban ser rehabilitados deberán cumplir dichos requerimientos por lo que se prevé un desarrollo notable en el mercado del SATE, ya que una de sus características es precisamente su facilidad de aplicarse a los edificios ya existentes.