En la actualidad, los revestimientos que se emplean como capas de acabado en el SATE Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior son, por lo general, revocos continuos de diferente naturaleza (acrílica, silano-siloxanos, hidráulicos de cemento o cal, silicato), que permiten una gran variedad de colores y texturas.
Sin embargo, los requerimientos del mercado, han promovido la introducción del acabado tipo discontinuo; el aplacado cerámico, del que hay colocados ya en obra un elevado número de metros cuadrados.
Obra en ejecución con SATE acabado cerámico Para garantizar la validez de esta solución constructiva, algunas empresas fabricantes disponen ya del Documento de Idoneidad Técnica (DIT), correspondiente a su propio sistema.
Al realizar la terminación de un SATE con baldosas cerámicas presenta ventajas como que estas proporcionan una elevada resistencia superficial al impacto mecánico, y permiten un mantenimiento más sencillo y económico frente a la acción de los agentes contaminantes externos y es posible su aplicación en combinación con acabados tipo revoco convencional.
Para este acabado no es válida cualquier baldosa, para ser aptas deben tener.
• Formato pequeño (<900 cm2)
• Resistencia a las heladas
• Impermeables (absorción de agua < 6%
• Bajo peso.
Así son válidas las AIa, BIa (gres porcelánico), BIb (gres esmaltado de baja absorción), AIb (gres extruido de baja absorción), teniendo cabida también otras opciones que deben ser estudiadas por los departamentos técnicos de las empresas fabricantes.
En cuanto al color se recomienda que el índice de reflexión de la luz no sea inferior a 25 (0-negro y 100 blanco), aunque su valor debe ser estudiado por los departamento técnicos de las empresas fabricantes ya que está relacionado con otros factores como la situación del edificio, su orientación, geometría y el tipo de aislamiento utilizado.
Para evitar el fallo a cortante, las empresas fabricantes tienen definidas las limitaciones de peso por metro cuadrado del recubrimiento cerámico para sus sistemas de SATE. El dato se obtiene mediante pruebas de carga reales utilizando los procedimientos de cálculo establecidos en el CTE (DB SE-AE), que tienen en cuenta, entre otros factores, la altura del edificio y cargas debidas a la succión del viento.
Para conseguir una perfecta adherencia de las baldosas al sistema de aislamiento, es preciso emplear adhesivos base cemento, clasificados como C2 TE S2 según norma UNE EN 12004.
Las juntas de colocación se deben rellenar con material de rejuntado clasificado como CG2 WA según UNE EN 13888. Para favorecer la transpirabilidad del sistema, y la capacidad de absorber tensiones de tipo higrotérmico, se recomienda que tengan una achura mínima de 8 mm,
Las juntas de dilatación se deberán realizar definiendo paños de 6x6 m en elementos continuos sin aberturas, y de 7x7 m cuando existan huecos de ventanas u otros elementos que rompan esa continuidad. La anchura mínima de estas juntas elásticas debe ser de 4 mm y se deben rellenar con una masilla elástica de poliuretano.
Un SATE con acabado cerámico es un sistema que transpira, ya que la baja permeabilidad al vapor del tipo de baldosa requerido, se ve compensada con la elevada superficie de junta de colocación que resulta del pequeño formato de la pieza. Implementar soluciones de acabado que combinen aplacado cerámico y revoco, en una misma fachada realizada con este tipo de SATE, permite incrementar de manera notable la contribución del sistema en la disipación del vapor contenido en el edificio.