Como buena finlandesa, Anne ama la madera, y el estudio
Rocamora Diseño y Arquitectura creó para ella la vivienda que necesitaba: un rincón de Finlandia en el levante español. Ángel Rocamora fue capaz de convertir un apartamento de 60m2 con una distribución endiablada, que incluía pilares girados 45 grados respecto a paramento y otros elementos difíciles de ordenar, en una amplia suite para Anne y sin sobrepasar el limitado presupuesto con el que contaba.
La casa de Anne cuenta con cocina, baño, habitación y salón-comedor, a los que se van añadiendo otros programas que hacen el proyecto más complejo. "Ella vive el 90% del año sola y sus hijos vienen puntualmente y esos dos planos tenían que confluir con naturalidad. Por ejemplo, el roble que sube por uno de los pilares, forrando una de las paredes es la mesa que colocan una vez al año para comer toda la familia. Ese tipo de cosas hacen que sea como un guante", explica Ángel Rocamora. Porque la intención del estudio, en este como en todos sus proyectos, era hacer un traje a medida.
"No es un piso que compras y que tienes que amoldar a golpe de muebles, sino que es algo que vas llevando a la justa medida de lo que el cliente te va pidiendo", apunta Rocamora, para quien esto es una aportación fundamental que el colectivo de arquitectos puede hacer "en un momento de crisis donde lo primero que hacían era intentar que desapareciésemos de los procesos". Por eso en casa de Anne no hay espacios residuales, cada rincón puede ser algo: el pasillo alberga una biblioteca; un rincón se convierte en una zona de lectura; la barra entre cocina y salón es el espacio ideal para desayunar; la cocina es también mueble de salón…
Toda la vivienda, desde la puerta de acceso hasta la galería, de un extremo a otro, es un continuo luminoso y fluido. Para conseguir esa fluidez el proyecto se basa en tres líneas o tres gestos, como relata su arquitecto: "un gesto que es la cocina, que es una línea que termina curvándose, otro que es la envolvente del dormitorio, que también termina curvándose y envolviendo la zona de noche, y otro gesto que es la envolvente general".
El tres es el número mágico de esta reforma, ya que estos tres gestos se asocian a tres materiales con los que se define el proyecto: madera natural estructurada de roble, gris antracita para la cocina-galería que se convierte en el comedor, y el resto acabado plastificado en blanco. "Con esos tres acabados intentamos limpiar para sosegar la solución general en un espacio tan pequeño, con esas tres curvas que definen todos los espacios", explica su arquitecto.
Toda la construcción se planteó prefabricada en seco. El baño y la cocina se realizaron con paneles de resinas termoendurecidas, mientras para el resto de la vivienda se emplearon paneles MDF (
Superpan Tech P5 en paredes y tabiquerías y
Fibranor Curve en las envolventes curvas)
acabados en chapa de madera natural y melaminas. Estos materiales hicieron de la solución final un trabajo de ebanistería y ensamble preciso. Frente a la obra húmeda, para el equipo resultó fundamental que "en las obras en seco el material de Finsa proporciona una modulación y precisión máxima a la hora de trabajar en un espacio tan pequeño, permite poder trabajar en una escala al milímetro".
Esta elección de materiales también vino determinada por los deseos de la clienta, originaria del norte de Europa, donde tienen un gran contacto con la madera. "Ella nos pidió un hogar que tuviese el contacto íntimo que tenía en su infancia con la madera", nos cuenta Rocamora, "e intentamos recuperar esa reminiscencia nórdica del amor por la madera con el panelado estructurado en pared y la madera natural en el suelo. Era como hacer un mueble acogedor".
Fotografías: Cabrera Photo para Rocamora Diseño y Arquitectura. Proyectista: Rocamora Diseño y Arquitectura
Producto: Superpan Tech P5 y Fibranor Curve.
Aplicación: Panelado de las paredes.
Localización: Elche (Alicante).
Año: 2013.