El Instituto de Educación Secundaria La Patacona de Alboraia, en Valencia, ha remodelado sus instalaciones escolares con una arquitectura modular de 684 m2, que sustituye a los anteriores barracones por primeras calidades.
Las nuevas aulas prefabricadas son un ejemplo de la implicación y el compromiso social de Algeco para ofrecer soluciones modulares con todas las condiciones necesarias para la escolarización en una zona donde el crecimiento del alumnado no se ha correspondido con el número de colegios.
Primeras calidades escolares Este instituto ha experimentado un fuerte crecimiento en el número de alumnos durante los últimos años, llegando a duplicar su capacidad, lo que ha obligado a buscar soluciones a sus necesidades urgentes de espacio.
Para ello, se instalaron de forma provisional barracones de uso temporal con calidades y condiciones de confort insuficientes para los alumnos, lo que llegó a ocasionar descontento por parte del AMPA durante el curso pasado.
Para solucionar esta situación se ha apostado por un nuevo complejo modular de aulas prefabricadas construido por Algeco con su gama Progress I, pensada para uso temporal, pero con calidades de la gama superior, Progress II. De este modo, la instalación del nuevo edificio modular, que sustituye a los barracones, soluciona las deficiencias de confort y funcionalidad y satisface las necesidades tanto de los alumnos como del profesorado y la dirección del centro.
El objetivo de este proyecto es demostrar las excelentes calidades y condiciones de confort que ofrecen los colegios modulares.
Las nuevas instalaciones, formadas por cuatro aulas de secundaria, dos talleres de electrónica, un aula de informática y un salón de actos, se caracterizan por reunir las mejores condiciones de calidad y seguridad constructiva, como puede apreciarse a través de elementos como el cuidado de sus acabados, un excelente aislamiento acústico y térmico o una mejor tecnología.
A todo ello se suma la flexibilidad que las nuevas instalaciones presentan para poder adaptar nuevos espacios en función de las necesidades del centro; así como un diseño y una estética que hace que los alumnos y profesores se sientan cómodos y cumplan todas sus expectativas.
Tiempo récord El proyecto se puso en marcha en junio pasado, al finalizar las clases del anterior curso escolar, y se ha ejecutado al completo en un tiempo récord. En sólo dos meses, se ha realizado este proyecto de 684 m2; por lo que una vez más este colegio es una muestra de cómo pueden subsanarse este tipo de necesidades urgentes de espacio en apenas unas semanas. Y todo ello cumpliendo con la normativa vigente y con todos los requisitos de seguridad y bienestar.