Atrás quedaron las frías e inexpresivas oficinas en las que los colores básicos de la paleta cromática dominaban el ambiente gris de las empresas. Los espacios de trabajo de hoy en día están centrados en las personas, lo que quiere decir que están diseñados para fomentar el bienestar de los trabajadores. Eso significa ayudar a que las personas hagan mejor su trabajo sin que el espacio suponga una barrera sino que actúe como un estímulo para ser más productivos y creativos y para estar más motivados y comprometidos.
El color es uno de los aspectos de diseño que más influye en las personas y es crucial para definir el espíritu y la función de cualquier espacio, ya sea la oficina, un restaurante, un hospital o nuestra propia casa. Recientemente, la empresa Pantone, que dicta las directrices del diseño en cuanto al color, ha elegido el coral como la tonalidad para 2019, "un color animado, que afirma la vida, un matiz relajado de coral que energiza y anima con suavidad", tal y como lo ha definido la propia compañía.
Sin embargo, más allá de los colores de moda, la utilización del color en la oficina debe reforzar la cultura y la imagen de marca y debe responder a un criterio de bienestar.
Steelcase , compañía especializada en el diseño de espacios de trabajo, desvela cómo influye el color en el espacio de trabajo y ofrece algunos consejos para que la elección del color sea un acierto.
El color evoca emociones y memoria. Los colores se asocian a las marcas, los géneros (rosa para las niñas), las ocupaciones laborales (el rojo de los bomberos) e, incluso, los partidos políticos. Las paletas pueden tener la intención de evocar paz o energía, pero la reacción de las personas puede variar según la cultura, la historia o las preferencias individuales. Debido a la asociación que las personas tenemos con los diferentes colores, éstos pueden influir en nuestro bienestar emocional.
El color tiene un impacto físico en las personas. El color influye directamente sobre la presión de la sangre, los músculos y los nervios y provoca importantes asociaciones en el cerebro humano. Por lo tanto puede tener efectos estimulantes o relajantes. El hecho de que el color tenga un claro impacto físico, emocional y en nuestra conducta, aconseja utilizarlo de manera consciente en el entorno de trabajo para dar soporte a las diferentes actividades que se realizan a lo largo del día en la oficina, ya que no será igual una zona destinada a la concentración que otra reservada para estimular la creatividad.
Gracias a que el color, como hemos visto, tiene un claro impacto físico y emocional en las personas, las empresas deben cuidar minuciosamente los colores que quieren utilizar en sus espacios de trabajo para crear espacios auténticos en los que la gente está a gusto trabajando porque les resultan inspiradores, relajantes o motivantes.
Aplicación práctica del color en el espacio de trabajo. En general, las personas desean un entorno armonioso. Quieren que el color les estimule, sin llegar a confundir ni estresar. Prefieren colores suaves y claros que humanicen su entorno como, los tonos pastel o la gama de los beiges.
Por razones prácticas, los colores neutros, como el gris metalizado y los tonos antracita, se utilizan a menudo en las oficinas. No obstante, un toque de color en un tirador no es suficiente para crear un equilibrio agradable. Todos los elementos son importantes: la alfombra, las paredes, y por supuesto el mobiliario.
En el otro extremo, una fuerte exposición al color (por ejemplo con los colores de la identidad corporativa de la compañía), si no se adapta a las actividades desarrolladas, puede resultar agresiva para las personas y tener efectos negativos en su productividad.
Contraste de colores entre diferentes zonas de trabajo. Para prevenir la monotonía, el uso del color debería cambiar en función de las actividades llevadas a cabo en los distintos entornos, pero siempre evitando un excesivo contraste de colores en un mismo entorno.
Un equilibrio adecuado de colores, materiales y texturas puede proporcionar el tipo de estímulo sensorial que necesitamos para ser creativos y productivos en el trabajo. Los matices de colores y los diferentes grados de transparencia y de luminosidad pueden ayudar a crear este entorno diversificado.
Los colores cálidos estimulan El
amarillo simboliza la luz, el sol, la energía, favorece la actividad del cerebro, estimula la comunicación, la creatividad y la inspiración. A menudo representa el intercambio de información (símbolo de correos). Se recomienda para las salas de reuniones y los espacios de equipo.
El
naranja se asemeja al rojo pero sin tanta fuerza. Es un color cálido e íntimo que favorece la interacción con los demás de una manera más informal, y estimula el apetito. Por ello, los lugares más adecuados para utilizarlo suelen ser las zonas de bienvenida, áreas de reunión informales y cafeterías. Un matiz terracota resulta muy elegante y sobrio para espacios de equipo.
El
rojo ejerce un fuerte impacto sobre las personas y es muy estimulante. Representa el poder, la excitación, el movimiento, la pasión, pero si se utiliza en exceso puede resultar agresivo y puede cansar. El rojo se debe evitar en las tapicerías de las pantallas de separación de los puestos individuales. Si se utiliza de manera razonable puede aportar fuerza y energía a las personas.
Los colores fríos tranquilizan El
marrón simboliza el suelo, la tierra, la tradición, la seguridad. Los materiales marrones expresan proximidad a la naturaleza como el cuero o la madera. Los tonos marrones-beige tienen efectos relajantes y son adecuados para utilizarse en entornos informales o tranquilos en los que se desarrolla vida social.
El
verde representa la naturaleza, la frescura, la fertilidad, el crecimiento, la esperanza. Abre la mente de las personas, favorece la concentración y el pensamiento abstracto y tiene efectos relajantes y de equilibrio. La gama cromática de los verdes es idónea para puestos de trabajo individuales o salas de formación en los que es necesario asimilar una gran cantidad de información.
El
azul es el color frío por excelencia. Representa la paz, la paciencia, la diplomacia, la estabilidad, la fidelidad, la seguridad, la racionalidad. El azul disminuye la tensión sanguínea y las pulsaciones. Tiene un fuerte efecto relajante sobre las personas y está especialmente indicado para puestos de trabajo con un alto nivel de estrés, como los call centers, o en entornos donde se llevan a cabo negociaciones difíciles.