Este año se cumplen 50 años de la construcción de la torre del Banco Vizcaya en Bilbao, más conocida como torre BBVA, uno de los edificios más altos del País Vasco y símbolo de la gran actividad financiera de la ciudad durante el siglo XX. Con sus 88 metros de altura dio inicio en 1969 al desafío de la arquitectura vertical en la ciudad. Sus tres arquitectos, José Enrique Casanueva, Jaime Torres y José María Chapa, ganaron el concurso para su diseño y construcción, con una propuesta que además de innovadora recuperaba el tratamiento clásico de los materiales, como por ejemplo el aspecto pétreo de las placas fundidas de aluminio de la fachada o la búsqueda de la elegancia con el vidrio teñido.
Estos elementos son los que han sido más valorados 50 años después por
Gonzalo Carro y Fernando Garrido, arquitectos de Idom , y encargados del proceso integral de rehabilitación que le devolverá su aspecto original. Los 10.000 metros cuadrados de fachada volverán a lucir tras haber cumplido su periodo de vida, garantizando de esta manera la seguridad del edificio. La transformación se llevará a cabo de manera solapada, montando según se va desmontando los diferentes elementos que componen el muro cortina: montantes, travesaños, vidrio teñido y placas de aluminio fundido.
La recuperación de las placas de aluminio fundido es una de las operaciones que más se han valorado, ya que el alto coste, tanto económico como material, de la realización de nuevas piezas, aconsejaba su recuperación. Diversas pruebas de limpieza realizadas arrojaron resultados muy satisfactorios, de cara a su recuperación y adaptación al nuevo sistema de fachada.
Las placa de aluminio fundido tras su limpieza. Las texturas que presentan las placas ofrecen diferentes efectos de color según la luz refleja sobre ellas.
Este proyecto se presenta como uno de los más importantes que
Riventi ejecutará este año y comenzamos 2019 con el propósito de celebrar los 50 años de este edificio con la renovación completa de su fachada.