La junta de colocación es la separación que se deja entre todas las baldosas cerámicas contiguas. Su anchura deberá ser superior a:
► 1,5 mm en interiores
► 5,0 mm en exteriores
La junta forma parte de la superficie revestida y, por tanto, el material de rejuntado estará expuesto a las mismas agresiones que las propias baldosas, en consecuencia, si las baldosas están sometidas a agresiones de tipo químico o bacteriológico es necesario que el mortero para juntas sea también resistente a este tipo de agresiones.
Funciones de las juntas de colocación. Función Técnica: • Disminuye los movimientos y las tensiones del recubrimiento.
• Mejora la adherencia global de la baldosa.
• Frena el paso del agua hacia el soporte.
Los recubrimientos cerámicos, se encuentran sometidos a tensiones originadas por movimientos diferenciales entre el soporte y el recubrimiento cerámico. Asimismo, se encuentran sometidos a movimientos del propio recubrimiento, debido a factores tales como retracciones de secado y cambios de temperatura y humedad.
Todo ello puede causar, pérdida de adherencia, pandeos y grietas que se sortean incorporando juntas entre las baldosas que eviten la transmisión a las baldosas de las diversas solicitaciones del sistema.
Además de esta función técnica, la junta de colocación desempeña una
función estética proporcionando un efecto decorativo de trama que puede atenuarse o acentuarse mediante su anchura, coloración y acabado.
APLICACIÓN DEL MATERIAL DE JUNTAS Es imprescindible antes de proceder al rejuntado tomar una serie de medidas tendentes a asegurar un buen resultado final:
• Dejar transcurrir el tiempo suficiente que asegure el endurecimiento adecuado del adhesivo, recomendándose un mínimo de 24h para impedir que se produzcan deterioros en el recubrimiento.
• Limpiar las juntas en toda su extensión y profundidad de forma uniforme para recibir el material de rejuntado. La temperatura de aplicación estará entre 5º y 30º evitándose la aplicación en condiciones de baja humedad, lluvia, fuerte viento o insolación directa.
• Proteger las baldosas absorbentes o muy porosas aplicando un material de imprimación adecuado para evitar que se manchen.
APLICACIÓN Se aplica con una llana de goma dura y filo vivo extendiendo el material siempre en diagonal respecto a la trama de juntas, con ello conseguimos que el embutido sea uniforme en toda la anchura y longitud de la junta de colocación y evitamos que el filo de la llana penetre en la junta. También alcanzamos con esta aplicación en diagonal un buen rebañado del material sobrante.
La primera limpieza debe realizarse con esponja rígida de calidad, siempre en diagonal respecto a la trama de juntas (por las mismas razones apuntadas para la aplicación).
La esponja debe aclararse y escurrirse con la mayor frecuencia posible, renovando también el agua de aclarado.
La segunda se realiza con trapo o gamuza seca, y si persisten materiales endurecidos sobre la superficie de la baldosa se requerirá una limpieza con cepillo de plástico y el empleo de un desincrustante compatible con la resistencia química de la baldosa.
Tras el proceso de limpieza final, es importante respetar el tiempo de puesta en servicio, especialmente en pavimentos. Puede ser interesante proteger el recubrimiento con láminas de plástico en la primera fase de maduración o endurecimiento, con ello conseguimos un secado sea más homogéneo y evitamos que el polvo se deposite sobre la superficie de la junta aún fresca.
También puede aplicarse mecánicamente, la maquina aplica el material sobre las juntas con movimientos circulares, se deja secar y nuevamente se pasa para compactar el material de juntas. Finalmente se hace la limpieza con un cepillo de esponja o con un rulo.
Para obtener una anchura homogénea y como consecuencia un consumo racional del material de rejuntado se aconseja para realizar las juntas de colocación el empleo de crucetas.