El 58% de los 25,2 millones de viviendas que hay en España se construyeron antes de 1981 cuando no existía regulación sobre aislamiento térmico, por lo que nuestro parque edificatorio presenta graves deficiencias de confort térmico y habitabilidad al tener un muy deficiente aislamiento y en muchos casos al no tener aislamiento ninguno.
Actualmente el CTE, en su DB HE1, en la sección 1 referente a limitación de demanda energética, establece que los edificios dispondrán de una "envolvente térmica" que limite adecuadamente la demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico, en función del clima, de la localidad, del uso del edificio y del régimen, verano o invierno. El ahorro económico que supone adecuar las fachadas a las exigencias del CTE de la "envolvente térmica" es del orden del 20%.
Asimismo, el R.D. 47/2007 exige una etiqueta para asignar a cada edificio una clase energética de eficiencia, se materializa en una etiqueta energética análoga a la utilizada en otros bienes de consumo como electrodomésticos o lámparas y permite evaluar y comparar las prestaciones energéticas y los valores de emisiones de CO2 de los edificios, aportando a los usuarios nuevos criterios para la compra.
Como ventajas técnicas del SATE encaminadas a aumentar la habitabilidad y el confort térmico que exige el CTE destacan la mejora de la inercia térmica de los cerramientos y la disminución de puentes térmicos.
El aumento de la inercia térmica: Permite estabilizar las temperaturas en el interior de la vivienda y evitar variaciones térmicas dentro de la misma; consiguiéndose un mayor confort.
Dificulta también la transmisión de la temperatura exterior al interior, consiguiendo disminuir el paso de calor o frio en los cerramientos en los que se coloca, con ello se protege la fachada de las contracciones que sufre por la radiación solar.
Asimismo se reduce entre un 20% y un 70% la necesidad de utilizar calefacción y refrigeración, lo que supone, en términos de sostenibilidad, una aportación a la disminución de las emisiones de gases contaminantes.
La disminución de los Puentes térmicos: Se evita la aparición de puentes térmicos, zonas débiles del aislamiento por las que se escapa el calor de la calefacción en invierno y el frío del aire acondicionado en verano. El problema de los puentes térmicos es importante tanto referido al riesgo de que se produzcan condensaciones, como a la perdida de calefacción o refrigeración.
Aproximadamente el 80% del calor o del frío pasa a través de las paredes y el techo, lo que provoca una pérdida considerable del mismo. El SATE, minimiza este fenómeno, porque implica la colocación de una capa de material aislante continuo por el exterior, consiguiendo una mayor resistencia térmica de los cerramientos que impide la salida del calor o el frío desde el interior al exterior.
Con la colocación del SATE se consigue estabilizar la temperatura de la cámara, reduciendo la presión de vapor de agua, aumentando la temperatura tanto en la cara interior del primer muro de cerramiento como del aislamiento.
Efecto del SATE para el tratamiento puente térmico Además, aportan otros beneficios como:
• No disminuir el espacio habitable de la vivienda ya que su aplicación se lleva a cabo por el exterior, lo que no resta superficie disponible. En la actualidad, se trata de un aspecto especialmente importante dado que el espacio en las viviendas tiende a reducirse.
• No causar graves molestias a los inquilinos porque su colocación es exclusivamente por el exterior, sin necesidad de que los operarios accedan al interior de las viviendas.
• Revaloriza el edificio, la certificación energética de los edificios valora positivamente el SATE como medida para obtener una mejor clasificación energética.
• Proteger la estructura del edificio, no sufren grandes tensiones térmicas debido a los cambios bruscos de temperatura que provoca la radiación solar.
El SATE es un sistema de aislamiento térmico que se coloca por el exterior del edificio, consistentes en un panel aislante adherido al muro mediante adhesivo y fijación mecánica. El aislante se protege con un revestimiento que se aplica directamente sobre el panel aislante, constituido por dos capas de morteros, en una de las cuales se embebe una malla como refuerzo.
Por último cabe destacar que el SATE contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero principalmente de CO2, por lo que ayudan a la protección del medio ambiente y a reducir nuestra factura energética para poder cumplir con los compromisos adquiridos en la agenda 2020.