Es muy frecuente en determinados climas y ambientes la aparición de plagas de insectos (moscas, larvas, arácnidos, carcoma…). Es fundamental controlar este tipo de situaciones para evitar posibles problemas de seguridad para la salud de los trabajadores y a fin de preservar la calidad del producto desarrollado.
Existen varios métodos de prevención y control de plagas: tratamientos químicos, ultrasonidos, trampas… Pero todos ellos alteran la habitabilidad de la zona a desinsectar o bien necesitan un largo tiempo para surtir efecto. Como alternativa segura y no invasiva actualmente muchas empresas optan por gestionar el
control de plagas mediante temperatura . Este método optimizará el tiempo requerido para eliminar la infestación, asegurará que no se produzca contaminación química alguna y facilitará el proceso, como veremos en este artículo, al máximo.
Control de plagas mediante temperatura: cuando el resto de métodos de control de plagas fallan Si bien tradicionalmente se recurría a tratamientos químicos como pesticidas, herbicidas o aerosoles, este tipo de recursos no son los más recomendables ya que
pueden dar lugar a contaminación cruzada y no ser los métodos más eficientes para según qué plaga a exterminar.
La legislación que controla el uso de estos métodos de control de plagas es cada vez más exigente y requiere un mayor control por parte de las empresas que lo ejecutan. Además estos controles no garantizan siempre la exterminación de la plaga.
El
control de plagas mediante tratamiento térmico surge para dar respuesta a la necesidad de eliminar las posibles plagas con un método eficaz, limpio y rápido. Algunas de sus principales ventajas son:
- El tiempo necesario para que este tipo de desinsectación tenga efecto es muy rápido. El proceso suele durar
entre 3 y 48 horas y no requiere un periodo de seguridad posterior antes de permitir de nuevo el acceso a la zona en cuestión.
- Es totalmente
seguro para las personas , por lo que no restringe la actividad en zonas colindantes, ni requiere sellar herméticamente la zona afectada para su efectividad.
- Es altamente efectivo contra los insectos, afectando a todas las fases de su desarrollo, eliminando
huevos, larvas e insectos adultos por igual.
- Tiene un
alcance completo en el área afectada , consiguiendo desde los focos de infestación o colonias más grandes hasta las zonas más aisladas. Esto permite adecuar los programas de higienización para evitar plagas en el futuro.
- Permite un control ecológico de plagas y enfermedades al
no utilizar sustancias biocidas como insecticidas, aerosoles u otros gases nocivos para la salud, este método cumple con la normativa de análisis de peligros y puntos de control críticos (APPCC).
Este método puede adaptarse a cualquier tipo de industria o espacio, en los últimos años ha ganado gran popularidad por muchas empresas del sector agroalimentario, buscando métodos de control de plagas agrícolas que eviten afectar directamente a su producción.
Cómo funciona el proceso de control de plagas por temperatura Las plagas de insectos se desarrollan habitualmente en el rango de temperaturas comprendido entre los 15º y los 35ºC. Para este tipo de desinsectación se requieren equipos especializados que consiguen elevar y mantener la temperatura ambiente del espacio en cuestión a una temperatura que debe oscilar entre los 50º y 60ºC durante un tiempo determinado, este salto térmico consigue eliminar a los insectos afectando directamente a sus sistemas biológicos.
El proceso se divide en varias fases:
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Calentamiento: Durante este proceso se introduce en la estancia a desinsectar aire caliente procedente del equipo mediante una manguera, elevando la temperatura gradualmente hasta alcanzar una temperatura superior a 50ºC. Debe considerarse retirar del espacio afectado aquellos equipos o elementos que puedan sufrir daños ante temperaturas elevadas.
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Mantenimiento: Una vez alcanzado el rango de temperatura requerido, es necesario mantenerla durante un período de entre 3 y 48 horas en el que poco a poco se irán eliminando todos los insectos, dado que la alta temperatura produce que las proteínas y las encimas de los insectos se coagulen, afectando a todas las etapas de su ciclo evolutivo.
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Enfriamiento: Una vez finalizado el tratamiento, la temperatura debe descender de manera gradual hasta alcanzar su nivel habitual para evitar posibles daños causados por el salto de temperatura.
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