La respuesta se puede encontrar en el Energy Diversification and Conservation Institute (IDEA). Allí, indican que la temperatura ideal que debemos mantener la calefacción es de 20 o 21 grados, aunque esto también depende del número de personas en la habitación. Por ejemplo, en una oficina con 30 personas trabajando en el mismo espacio, podemos bajar unos grados la temperatura de calefacción porque el ambiente aumentará la carga.
¿Qué debemos hacer cuando no estamos en casa? ¿Es mejor mantener la misma temperatura o apagar la temperatura? En este caso, se recomienda apagar la calefacción cuando esté fuera de casa durante un tiempo prolongado (por ejemplo, en días laborables). Por otro lado, si queremos dedicar un corto período de tiempo al trabajo, lo mejor es conservarlo. ¿Y por la noche? Todos sabemos por experiencia que las calorías no pueden ayudarlo a conciliar el sueño. Dormimos mejor a 15 grados que a 21 grados, por lo que la respuesta es simple. ¡Apágalo por la noche!
Radiador: Es posible que hayamos visto a nuestros padres perder el radiador muchas veces cuando llega el invierno. Esto se hace, es decir, para expulsar el aire del interior para que el radiador se caliente al máximo. Windows: Ahora que tienes un certificado energético obligatorio a la hora de comprar o alquilar una casa, conocemos sus desventajas. Las ventanas suelen ser la causa de la pérdida de calor, por lo que tener ventanas de doble acristalamiento con carcasas de PVC nos ayudará a mantener la calefacción y ahorrar en la factura de la luz.
Cubrir las paredes: esta es otra técnica antigua para mantener la casa caliente. No se trata de tapices como en el pasado, sino de utilizar otras tendencias decorativas. Por ejemplo, una banda de madera de aproximadamente un metro de altura. No solo puede decorar la habitación, especialmente la habitación de los niños pequeños en la casa, sino también mantener las paredes calientes.
Todas estas técnicas son geniales, es posible que las conozcamos desde hace mucho tiempo, pero ¿las usaremos? No muchas veces. A medida que estamos ocupados y ocupados todos los días, nos olvidamos de hacer esto. Para solucionar este problema, la domótica es una buena opción porque puede completar todos estos pedidos de forma automática y se puede completar sin nuestra intervención. Hay muchas casas de domótica que proporcionan sistemas de aire acondicionado para alcanzar la temperatura adecuada a través de sensores. Pueden abrir y cerrar las persianas en el momento adecuado o controlar la temperatura dentro de la casa.
Lo más importante es que es fácil instalar esta tecnología en casa. No es necesario realizar ningún trabajo o modificación, porque estos dispositivos están conectados a través de una conexión inalámbrica. Además, su tamaño es reducido y el diseño los hace pasar desapercibidos.
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