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Los sistemas de suelo técnico elevado poseen propiedades acústicas que ayudan a mejorar la calidad del ambiente interior de los espacios en donde son instalados. En conjunto con otros elementos arquitectónicos como pueden ser revestimientos de paredes y de techos, la acústica dentro de un espacio se ve significativamente mejorada con un sistema de suelo elevado, en comparación con espacios que no tengan una planificación previa de estos componentes. Los usos más frecuentes de un sistema de suelo técnico acústico se dan en oficinas y grandes superficies en donde se persigue proporcionar un confort acústico para sus usuarios.

Los sistemas de suelo elevado crean una cámara de aire entre la solera base de apoyo y la terminación del suelo denominada plenum. Este plenum se crea a partir de la propia elevación del suelo a través de una estructura de acero, la cual tiene elementos amortiguantes entre cada uno de sus componentes. La importancia de esta cámara de aire, o plenum, se debe a que el suelo técnico acústico absorbe una cantidad determinada de sonido incidente en el mismo, permitiendo el paso de una transmisión menor de sonido. Estas cualidades son indispensables en espacios como oficinas, auditorios y aulas de usos múltiples, en donde convergerán un número elevado de personas y se requiere una baja transmisión del ruido generado.

Entre estos revestimientos destacan las moquetas y los revestimientos textiles, que por densidad propia del material permitirá una mayor absorción del sonido, favoreciendo la reducción en la transmisión de sonidos molestos entre distintos espacios. Es importante destacar que cuando los revestimientos son aplicados desde fábrica en el momento de su producción, el sistema de suelo técnico elevado mantendrá todas sus propiedades de registrabilidad.