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Eficiencia y seguridad en la UE

Todos los países miembros de la UE deben establecer una hoja de ruta que les permita cumplir el objetivo de la descarbonización de los edificios en el año 2050. Con esta finalidad, el Consejo Europeo, en su sesión del 11 de diciembre, acaba de fijar la reducción de emisiones en 2030 en un 55% sobre los niveles de 1990, lo que supone un incremento de 15 puntos porcentuales sobre lo previsto hasta el momento. Estos objetivos quedan reflejados, para el sector de la construcción, en las directivas aprobadas.

Es precisamente una Directiva, la 2010/31/UE de Eficiencia Energética la que determina explícitamente que hay que atender los riesgos relacionados con el peligro de incendios, ya que una de las medidas básicas para cumplir con los objetivos de descarbonización es reducir la demanda energética de los edificios, para lo cual es preciso incorporar aislamiento térmico en los sistemas constructivos, previsiblemente con mayores espesores.

Las leves mejoras en el DB SI

A raíz de este objetivo definido en la Directiva 2010/31/UE, se produce una modificación puntual en el documento DB-SI, en la sección SI2, en los puntos 4, 5 y 6 del primer apartado referente a medianeras y fachadas.

Los cambios consisten en mejorar ligeramente la clasificación de reacción al fuego de los sistemas constructivos de fachada y de los materiales aislantes situados en las cámaras ventiladas, en función de la altura de los edificios.

En esta línea, se introduce la exigencia de colocar materiales aislantes no combustibles con una reacción al fuego igual o mejor A2-s3, d0 en la cámara ventilada de los edificios de una altura igual o mayor a 28m.

Los sistemas constructivos de fachada, ya sean acabados o revestimientos de fachada, tipo sistema Sate, en edificios de hasta 10 m, y en edificios de 10 a 18 m, se les exige una reacción al fuego, D-s3,d0 y C-s3,d0, respectivamente. Hasta el momento no tenían ninguna exigencia, excepto el arranque si era accesible.

Por otra parte, desaparece la subclasificación de caída de gotas incandescentes d2, mejorando a d0. Aunque en contrapartida, se sigue manteniendo la peor subclasificación de opacidad de humos s3, en todos los casos, sabiendo el impacto negativo que tienen los humos en un incendio, no solo porque la opacidad dificulta la evacuación y la actuación de los servicios de emergencia, sino también por los riesgos derivados de la toxicidad inherente a los mismos.

Aunque estos cambios dan cierta sensación de mejora, no son suficientes. Confiamos que sea un primer paso hacia exigencias que se ajusten más a la realidad del comportamiento de un incendio en una fachada.

La propuesta de AFELMA prima la seguridad

Desde AFELMA consideramos que se tenía que haber ido más allá en las exigencias normativas respecto a la seguridad de las fachadas al ser un elemento clave. En su momento propusimos, y seguimos proponiendo, medidas más acordes para la protección de las personas y los bienes en caso de incendio. Nuestras propuestas priman la seguridad y en este sentido apelamos al mercado para que actúe bajo esta óptica.

Desde AFELMA entendemos que la reacción al fuego de las soluciones constructivas de fachada no sólo debe estar relacionada con la altura del edificio, sino también con el uso de éste y la dificultad de evacuación.

Sabemos que un incendio en fachada tiene una velocidad de propagación mayor que el resto de las soluciones constructivas del edificio debido a su verticalidad y a la cantidad de oxígeno disponible al estar a la intemperie, por tanto, se debe pensar en aquellos edificios en los cuales sus ocupantes tienen mayor dificultad en evacuar y también asegurar mayor seguridad y facilitar las labores de los equipos de extinción.

En consecuencia, proponemos que los proyectistas vayan más allá de la norma, y tengan en cuenta a la hora de proyectar las siguientes propuestas, tanto en edificios nuevos como rehabilitados:

o En aquellos edificios de gran altura (entendiendo por tales los mayores de 18 metros), o los que tienen alta ocupación o lenta evacuación (como colegios, geriátricos, hospitales, etc.), la exigencia de todos los elementos del sistema constructivo de fachada debería ser al menos A2-s1, d0.

o Incrementar la exigencia de opacidad de humos, y en aquellos edificios de media altura, considerados lo edificios de hasta 18 m. considerar que la subclase de opacidad de humos debe ser al menos s1.

o En aquellas zonas de difícil accesibilidad por parte de los equipos de extinción, como, patios de luces, interiores de manzana, cascos antiguos o barrios con difícil movilidad rodada, la exigencia de reacción al fuego de los sistemas constructivos las fachadas o medianeras debería ser al menos A2-s1, d0.

o Las fachadas con vías de evacuación deberán de tener un plus de seguridad tanto para la propia evacuación, como para la intervención de los equipos de extinción, por tanto, estas fachadas deben ser sistemas con materiales que sean no-combustibles, por tanto, la exigencia debería ser al menos A2-s1, d0.

Desde AFELMA constatamos que las Lanas Minerales satisfacen todas estas exigencias para la seguridad de los edificios, ya que son materiales no combustibles; además de aportar aislamiento térmico y acústico, lo que las dota de una gran rentabilidad ya que operan mejorando la calidad integral de la edificación en la que se instalan. Los profesionales hallarán en las Lanas Minerales una solución adecuada tanto en obra nueva como en rehabilitación.

Autora: Mercedes Sánchez. Comité Técnico de AFELMA