Últimamente recibo bastantes consultas acerca de la ejecución de losas de cimentación y soleras. Niveles freáticos, fosos de ascensor, distintos tipos de uniones, impermeabilización de los pasos de conductos, etc.
Nada fuera de lo normal, me dije.
El CTE sigue apostando por un carácter prestacional y no prescriptivo. Esta revisión incluye un nuevo Documento básico (DB) para la mejora de la calidad del aire interior. Ni más ni menos que la protección al gas Radón.
Este gas es radioactivo, causa número uno de cáncer de pulmón en no fumadores según United States Enviromental Protection Agency (EPA).
Emana de las rocas como son el granito, pizarras o esquistos y se cuela en nuestras casas por pequeños huecos o irregularidades del cerramiento. ¡Incluso puede llegar a pasar por materiales porosos! Es también la segunda mayor dosis de radiación absorbida por materia viva, por detrás de… las pruebas médicas.
Jamás pensé que me tendría que preocupar de lo que es un Becquerelio cuando terminé la carrera… Para los curiosos: Número de desintegraciones de núcleo atómico por segundo.
Para medir la concentración de Radón en el aire se usa Becquerel por metro cúbico de aire. Se considera un riesgo un edificio con mediciones superiores a los 300 Bq/m^3 (comparable a fumar 16 cigarrillos al día)
¿Y todo esto que tiene que ver con una losa? Os estaréis preguntando.
Por qué algo tan tradicional como es una lámina bituminosa es capaz de hacer funciones de barreras de radón? El DB HS 6 nos invita a adoptar medidas de impermeabilización según el grado de impermeabilidad exigido a los suelos y solución constructiva en la tabla 2.4 del CTE DB HS 1. Esta barrera impermeable, ya sea I1 o I2, nos concede dos efectos a la vez si elegimos bien el producto:
Estanqueidad.
Protección al gas Radón.
Estas barreras de radón han de haber sido ensayadas por entidades acreditadas. Los valores a superar son un coeficiente de difusión al radón de 10^-11 m^2/s y que el espesor de la barrera sea mayor o igual que 2 mm, valores que superan holgadamente los productos que he podido comprobar.
Incido en la correcta ejecución de estas láminas, ya que, si el agua es capaz de colarse por sitios inesperados no hablemos de un gas. Tanto las membranas como las bandas de refuerzo y materiales que se usen para remates han de tener valores iguales o superiores a los anteriormente indicados.
Por supuesto dependiendo de la zona de riesgo existen distintos tipos de soluciones.
Adolfo Galán
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