Decorar cualquier estancia de la casa destinada a los niños no es tarea fácil y a menudo lleva a priorizar lo cómodo y lo práctico frente al diseño, para evitarse disgustos, sorpresas desagradables y daños colaterales. Pero esta tendencia previsora ha ido cambiando y evolucionando, gracias a la aparición de materiales más resistentes y adecuados al uso de los más pequeños. Y el baño no es una excepción.
Hace ya algunos años que esta estancia de la casa le ha abierto de par en par la puerta a los niños y, con ellos, ha entrado la creatividad, la imaginación, la originalidad entendida a su estilo, porque los niños... niños son.
Duscholux , firma pionera en fabricación de mamparas de ducha y baño, desvela algunas claves para hacer del cuarto de baño el reino de los más pequeños; un espacio donde las rutinasde higiene pueden convertirse en toda una experiencia.
Un espacio divertido La mayoría de adultos darían lo que fuera por hacer de esta estancia un templo de relajación. Los niños, en cambio, buscan en él un refugio para desconectar como mejor saben hacerlo: jugando. Ni sofisticado ni elegante, para un niño, un baño acogedor es un baño divertido. No hay baño infantil que se precie que no reserve un lugar para guardar sus juguetes acuáticos y que les permita tenerlos siempre a mano. A partir de ahí, mobiliario, pintura, iluminación, revestimientos y accesorios ofrecen un amplio abanico de posibilidades pensados por y para ellos. Y
Duscholux añade a esta lista las mamparas como un elemento clave que contribuye y mucho a crear un ambiente friendly .
Tanto para ducha como para bañera, la mampara puede ser un gran aliado para que los peques disfruten del baño, solos o en compañía, e inviten a sus juguetes preferidos a chapotear, salpicar, sumergirse en el agua o ponerse bajo el grifo sin riesgo de inundación. Pero conviene recordar que la mampara puede ser, además de un elemento práctico, un objeto de decoración en sí mismo capaz de adaptarse a los más exquisitos gustos infantiles.
A todo color Los colores neutros no son aburridos, pero lo cierto es que el color es un gran estímulo para los niños. Lo divertido no está reñido con la elegancia y el color también aporta un toque exclusivo. Para estos casos, la firma da la posibilidad de elegir entre cristales mateados y semimateados que se pueden personalizar. Otra opción sería la impresión digital aplicada en el interior del cristal. El sellado con un segundo vidrio garantiza la total protección de la pintura.
Y si de darle color a la estancia se trata, la serie
D3 Fly20 de la firma ofrece la posibilidad de personalizar el vidrio al gusto de los más pequeños con pinturas DECO. Y si aún así falta color, la serie
D3 Basic20 Deco cuenta con una amplia oferta cromática que se completa con la opción más atrevida y divertida, la de la serie
D3 Art20 : en 7 colores lisos distintos e infinitas combinaciones.
Requisitos imprescindibles Tendencias, estilos y gustos cambian, pero no los criterios para escoger la mampara más adecuada.
Duscholux recuerda que las mamparas para niños tienen que ser prácticas, resistentes, seguras y muy estables . Por eso, mejor si es de cristal templado, más sólido que el vidrio normal, y con un grosor de mínimo 6 mm, ya que, a mayor grosor del vidrio, mayor estabilidad. En los modelos D3 Basic20 y D3 Art20 el vidrio securizado es de 8mm, y en la serie D3 Fly20 es de 10 mm.
Además, es importante que las mamparas garanticen la máxima estanqueidad para pararle los pies a las salpicaduras de agua y a los chapoteos, así como para conservar la temperatura. De corredera, con cierre frontal o lateral, o simplemente un separador. Cualquier opción es buena, pero conviene pensar en dejar un hueco de entrada suficientemente amplio para que a los niños les resulte cómodo acceder a la bañera o la ducha y para que los padres puedan ayudarles a asearse si fuera necesario. Otro aspecto a tener en cuenta es que incluya un tratamiento antical de serie, como el
DUSCHOLUX CareTec® .