Cuando vamos a comprar una vivienda, una de las características más importantes a la que prestamos atención es la clasificación energética. Entendemos que, si no tiene una clasificación alta, nos puede dar problemas a largo plazo. Lo mismo sucede con los aparatos electrodomésticos y los sistemas de calefacción. Pero, ¿qué es realmente la clasificación energética?
En este artículo
Ecoforest quiere despejar algunas dudas. Así, cuando elijas un
sistema de Ecoforest para tu hogar, podrás apreciar el alto rendimiento de sus equipos de climatización.
Cómo leer la etiqueta de la clasificación energética La etiqueta de eficiencia energética indica la calificación energética de un electrodoméstico según una escala de valores con las que se evalúa su consumo. De esta forma, el consumidor puede identificar los aparatos que consumen menos energía y tomar una mejor decisión de compra. El objetivo de esta iniciativa es promover los productos que son más eficientes energéticamente para facilitar el ahorro energético y la protección medioambiental.
La etiqueta de la clasificación energética tiene siete clases: de A+++ a G. La A+++ es la etiqueta de máxima eficiencia y la G, la de más baja eficiencia. En cuanto a los colores, estos van desde el verde oscuro, que corresponde con la categoría A+++, hasta el rojo oscuro, que corresponde con la categoría G.
Estos valores se basan en un índice de eficiencia energética (EEI) que tiene en cuenta el consumo anual de energía en kWh (kilovatio por hora) y otros factores, como el tiempo medio de funcionamiento.
Los sistemas de calefacción de
bombas de calor de Ecoforest cuentan con las calificaciones energéticas más altas de este etiquetado de la Unión Europea: clase A, A++ y A+++, además del marcado CE, que demuestra que cumplen con las normas y estándares europeos.
Las
bombas de calor geotérmicas y las
bombas de calor aerotérmicas son sistemas de climatización altamente respetuosos con el medio ambiente, ya que funcionan con fuentes de energías renovables. También son sistemas muy eficientes, al producir cuatro veces más energía de la que gastan. Y, además, son más económicos que los sistemas convencionales.
Nuevo etiquetado energético de electrodomésticos La Unión Europea está revisando el etiquetado energético de los electrodomésticos. Por este motivo, desde el 1 de marzo de 2021, nuevas etiquetas energéticas aparecerán progresivamente en el mercado. Los primeros electrodomésticos en ver adaptadas sus etiquetas serán los frigoríficos y congeladores, lavavajillas, lavadoras, televisores y lámparas. El cambio afectará progresivamente a todos los aparatos eléctricos en la Unión Europea. El motivo de esta decisión es facilitar al consumidor una información más comprensible que identifique de manera clara cuál es el electrodoméstico más eficiente. Este nuevo etiquetado, además, identificará y valorará las mejoras tecnológicas que se apliquen a los electrodomésticos para que sean más eficientes.
Con anterioridad a este cambio, la Unión Europea comprobó que la motivación del consumidor para comprar electrodomésticos más eficientes había disminuido y señalaba que la causa principal era la dificultad a la hora de entender las diferencias que había entre las etiquetas antiguas. A raíz de este análisis, uno de los mayores cambios será la eliminación de la graduación dentro de cada clase, de forma que la escala irá de A a G, sin clases «internas» como la A+++. Así mismo, los electrodomésticos que actualmente muestren una etiqueta A se clasificarán en la categoría B e inferiores, de forma que la A quede reservada a electrodomésticos innovadores con nuevas tasas de eficiencia.
El nuevo etiquetado solo se aplica a los productos nuevos, aquellos que ya estén en el mercado pueden conservar la antigua etiqueta.
Cómo se hace un certificado energético de una vivienda El certificado energético no es exclusivo para aparatos electrodomésticos y sistemas de calefacción, sino que también se necesita en las viviendas. Estas deben cumplir una serie de requisitos para poder asegurar un mayor ahorro energético y protección del medioambiente.
Los valores de las etiquetas de las viviendas van de la A (la más alta) a la G (la más baja). Tener el certificado de eficiencia de nivel A en tu hogar puede llegar a producir un ahorro de hasta el 90% de la energía consumida respecto al nivel "G".
Desde el 2015, el certificado energético es obligatorio en todas las viviendas que van a ser habitadas. Un certificador es el encargado de visitar el inmueble y valorarlo de acuerdo a una serie de características.
Los certificadores tienen en cuenta todos los elementos de la construcción. Primero, se fijan en el exterior del edificio, su orientación y su entorno: la fachada, los elementos próximos como otros edificios, árboles, o parques, que influirán en la necesidad de calor y frío de la misma.
El certificador también analiza el interior de la vivienda: la disposición de las paredes y ventanas. Por ejemplo, las paredes exteriores pueden impactar la demanda energética de la vivienda y, por lo tanto, sus necesidades de climatización.
Asimismo, el certificador busca los puentes térmicos, que son los puntos de la fachada de la casa dónde se pierde más calor o frío . Generalmente se trata de los perímetros de las ventanas o los pilares de la fachada.
Además, el certificador analiza las instalaciones de la vivienda que generan calefacción, aire acondicionado y Agua Caliente Sanitaria (ACS), puesto que son los elementos que más energía consumen en una vivienda. En cambio, la iluminación y los aparatos electrónicos no se tienen en cuenta a la hora de valorar la certificación energética.
El certificado, además de valorar la eficiencia energética de la vivienda, debe ofrecer consejos al usuario para poder aplicar eventuales mejoras.
Tras analizar la vivienda para valorar su eficiencia, se genera un certificado que facilita la creación de la
etiqueta , una hoja donde aparece la calificación energética de esa vivienda, los kilogramos de CO2 emitidos y la demanda energética.
Como puedes ver, elegir los sistemas de calefacción correctos para tu vivienda es importante a la hora de obtener el certificado energético. Una vivienda eficiente requiere de un sistema que consuma poca energía. Este es el caso de los
sistemas de climatización de
Ecoforest que, además de ser muy eficientes, son ecológicos y rentables.