Un revestimiento monocapa consiste en un elemento superficial que constituye una única capa constructiva. Se extiende sobre las paredes del cerramiento exterior.
Es un mortero predosificado industrialmente, compuesto por cemento, aditivos, áridos, y fibras, al que únicamente se le añade agua en obra y, una vez amasado, se extiende o proyecta sobre las paredes de cerramiento en una sola capa de unos 15 mm de espesor, que se ejecuta en una o dos manos consecutivas del mismo material, con distintas posibilidades de texturas y colores que constituye por sí mismo el acabado de fachada. El producto fraguado tiene propiedades impermeables y transpirables que contribuyen al buen comportamiento higrotérmico de las fachadas.
Podemos analizar una serie de factores que inciden de algún modo en la aptitud del monocapa para unas situaciones específicas de proyecto. Corresponderá al proyectista dar la importancia adecuada a cada una de ellas, o establecer sus prioridades.
Las dimensiones Puede aplicarse indistintamente en fachadas de reducidas dimensiones como viviendas unifamiliares, o en fachadas de grandes dimensiones mientras se respeten las necesarias juntas a las que nos referiremos más adelante. Obviamente los rendimientos de aplicación son más elevados en grandes superficies que en pequeñas.
La geometría El monocapa se aplica bien sobre planos continuos y verticales. En zonas de fachada muy molduradas, su aplicación es dificultosa y los acabados difíciles de trabajar. No es recomendable aplicarlo sobre planos inclinados, en especial los expuestos a la lluvia si sus pendientes son superiores al 10% respecto de la vertical. En los planos horizontales –por ejemplo en la cara inferior de un balcón- puede aplicarse siempre que se tengan en cuenta las recomendaciones del fabricante, dado que existen variables como el espesor de aplicación o las características del propio soporte que pueden comprometer su adherencia. No hay ningún problema en su aplicación sobre planos curvos de directriz vertical si su radio es elevado (más de un metro). Para radios menores –un pilar circular por ejemplo- es difícil conseguir un buen acabado del mismo nivel que en las superficies planas.
Condiciones ambientales El monocapa responde bien en las zonas de fachada sometidas alternativamente a sol y lluvia. Sus características intrínsecas permiten una cierta absorción de agua y su posterior evaporación de forma cíclica, sin afectar a su durabilidad. En cambio no es aconsejable en zonas de fachada donde simultáneamente se den condiciones de permanente humedad, poca ventilación y estén sometidas de manera frecuente a condiciones climáticas adversas (como, por ejemplo, ciclos hielo-deshielo), aunque existen soluciones para su aplicación en estas zonas. Queda descartado su empleo en zonas en contacto con agua o sumergidas.
Combinación con otros materiales El encuentro del monocapa con otros materiales o componentes de fachada no presenta problemas o incompatibilidades, salvo la precaución de resolver correctamente las juntas en los encuentros y prever la forma de ejecución en obra de modo que no se produzcan desperfectos o dificultades en la ejecución de los acabados.
Tipo de aplicación Existen dos sistemas de aplicación del monocapa sobre el soporte: proyección mecánica (mediante máquinas de proyección continuas o discontinuas) y aplicación manual (con la ayuda de una llana). La información que acompaña al producto especifica para qué tipo de aplicación es apto. La proyección mecánica del mortero proporciona mejores prestaciones en cuanto a homogeneidad del producto colocado y mejor rendimiento.