Royo este año sopla velas. 50 para este 2022. Cinco décadas de trayectoria movidas por la pasión y la innovación. Por la proyección y la resiliencia. La unión, los retos compartidos y la firme convicción de que en equipo, el crecimiento es más sólido y llega más lejos. Cinco décadas guiadas por el compromiso con el entorno, con el territorio y el futuro, que se encuentran en un presente abierto en el que se siguen sucediendo las novedades. Dichas novedades se plasmarán en colecciones que marcarán nuevos estándares en lo relativo a innovación, diseño y sostenibilidad, y que la compañía tiene previsto lanzar durante los próximos meses.
Medio siglo de vida, en seis etapas Pasión y propósito. Con ella emerge Royo en 1972. Un negocio de muebles de baño impulsado por Pascual Royo en Quart de Poblet (Valencia), que en poco más de una década logra marcar distancias, posicionarse y consolidarse en el mercado nacional.
Proyección y crecimiento. En un margen de apenas 20 años, en 1992, la compañía traspasa fronteras. Se estrena en la exportación y arranca su fase de implantación internacional, con la adquisición de una fábrica en 2008 en Polonia y posterior ampliación en 2016. Hoy está presente en más de 100 países y suma más de 15.000 puntos de venta. Hitos que encumbran a Royo como fabricante líder del mueble baño en Europa.
Pascual Royo, fundador de la compañía Equipo y compromiso de las personas. Son dos premisas inherentes en la trayectoria de la firma. Crecer juntos es crecer mejor. La entidad emplea a casi 1.000 personas comprometidas con el tejido social del territorio desde donde opera, en Valencia (España) y en Pomerania (Polonia), "porque sabemos que las compañías son tan valiosas como las personas que las conforman", incide Raúl Royo, presidente y CEO de la empresa. El cuidado del talento es la pieza clave en este viaje "que emprendemos juntos, alineando expectativas, para lograr evolucionar unidos", añade.
Raúl Royo, Presidente y CEO Royo Group Resiliencia y adaptación al cambio. En un entorno cambiante, la búsqueda de calidad y de mejora continua ha sido el motor para salvar las vicisitudes. "Nos hemos ido adaptando a todos los cambios que se nos han presentado para lograr alcanzar el reto de ser más grandes, más eficientes, más rentables e innovadores, sin perder de vista nuestra esencia", explica Raúl.
Innovación y mejora continua. La innovación ha llenado de expectativas y futuro a Royo. La constante búsqueda de mejoras y cambios ha llevado a Royo a hacer de la innovación un baluarte, una vía para consolidar ese proceso de perfeccionamiento y calidad. Lo avala el Premio Nacional de Innovación concedido en 2012, fruto de esa incorporación constante de tecnología y diseño a la gama de producto, que acumula ya múltiples patentes industriales y ‘top ventas’ en distintos segmentos de mercado.
"Nos hemos ido adaptando a todos los cambios que se nos han presentado para lograr alcanzar el reto de ser más grandes, más eficientes, más rentables e innovadores, sin perder de vista nuestra esencia" De la fusión de los dos valores anteriores, el de la resiliencia y la innovación, emerge lean manufacturing, una metodología productiva que persigue reforzar la eficiencia y mejorar la calidad. A través de Kaizen, Royo implementó de forma pionera en el sector esta transformación industrial en 2010. Hoy continúa trabajando en la mejora continua en todas las áreas de la compañía.
Entrega de los Premios IDI 2012 Sostenibilidad y cuidado del planeta. Es el vértice que completa la geometría de este 50 aniversario y el valor transversal a todos y cada uno de los logros de la compañía. Certificada como empresa FSC por su gestión forestal, con protocolos de reducción energética en vigor y de gestión efectiva de las materias primas y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la sostenibilidad cobra cada vez más peso en el universo de la entidad y enlaza con otros pilares como la apuesta por la innovación. Muestra de ello es el trabajo en las nuevas versiones de los top ventas de la marca para hacerlos todavía más sostenibles.
La huella verde de Royo se amplía con el esfuerzo por digitalizar los procesos productivos, que han incrementado tanto la eficiencia del consumo de recursos naturales como la optimización de tiempos de trabajo y la productividad. El reto para 2025 pasa no sólo por minimizar el impacto negativo, sino por generar un efecto positivo en el entorno, sobre todo en lo que se refiere a las emisiones de gases de efecto invernadero.