Con el nuevo Real Decreto-ley publicado en el BOE el pasado 1 de agosto se ha hablado mucho sobre la nueva medida de las temperaturas. De este modo, se estipula que la temperatura en recintos calefactados
no será superior a 19ºC y en recintos refrigerados no será superior a 27ºC .
Este nuevo decreto ley que se ha impuesto
hasta 1 de noviembre de 2023 tiene como fin fomentar medidas de ahorro y eficiencia energética. Existen muchas acciones para conseguir este ahorro, a la vez que los usuarios no sufren las altas o las bajas temperaturas en una estancia. Se trata de pequeños actos como convertir la estancia en una
isla térmica , manteniendo puertas y ventanas cerradas y crear barreras de sombra en el exterior. Pero existen otras medidas a una escala mayor que tanto pueden aplicarse a edificaciones de obra nueva como de rehabilitación de la misma. Un correcto aislamiento térmico permite mantener una temperatura estable en todo el edificio sin depender tanto del aire acondicionado o la calefacción. Para ello son necesarias
acciones tanto en la cubierta como en la envolvente . El mejor material de
aislamiento térmico es el XPS por sus altas prestaciones de durabilidad, conductividad térmica y resistencia al agua.
Sistemas de aislamiento térmico del exterior El
SATE (Sistemas de aislamiento térmico del exterior) debe combinarse con una acción integral en el edificio: aislar la envolvente del edificio y la cubierta. Si solo se actúa en una de ambas el edificio quedará descubierto en alguna de las zonas. Además, el SATE evita la aparición de
puentes térmicos que impiden el paso de filtraciones.
Alternativas complementarias al aislamiento térmico Existen otras
formas complementarias de mantener la temperatura estable en un edificio mediante la cubierta. Existen las denominadas
cubiertas cool roof , cubiertas "frías" que reflejan la energía solar en lugar de absorberla y permiten que el calor no penetre en el interior y, por consiguiente, no necesite el uso de aire acondicionado de forma masiva. Por el contrario, este tipo de cubiertas no son las más adecuadas en lugares fríos, ya que podrían provocar el efecto contrario en invierno y necesitar más uso de calefacción.
Las
cubiertas vegetales , entre muchas otras características y prestaciones, permiten reducir la temperatura superficial de la cubierta, puesto que actúan como aislante térmico y contribuyen a reducir los costes de calefacción.