El cambio climático que experimentamos también afecta al terreno y produce, a lo largo del año, pérdidas millonarias por fenómenos tales como:
• Mayor riesgo de inundación (frecuencia, profundidad y duración de los eventos de inundación) e inundaciones más frecuentes inducidas por la lluvia debido a la menor eficacia de los sistemas de drenaje;
• Daños a edificios, cimientos, infraestructuras (carreteras, puentes, diques) y estructuras subterráneas (drenaje, alcantarillado, tuberías) en función del tipo de terreno afectado;
• Interrupción de la gestión del agua y efectos relacionados (cambio de gradiente de arroyos, canales, desagües, aumento de la intrusión de agua de mar, aumento de la potencia de bombeo).
Además, como resultado del espacio disponible limitado, las viviendas, los edificios industriales y las infraestructuras se ubican cada vez más en áreas propensas a los
asentamientos del terreno , incluidas las llanuras aluviales y las marismas costeras.
Estas condiciones pueden verse agravadas a largo plazo por futuros cambios climáticos que provoquen un aumento del nivel del mar, marejadas ciclónicas más intensas y un aumento de las precipitaciones.
El hundimiento del terreno, la subsidencia, causa daños directos e indirectos muy cuantiosos. Los daños directos incluyen la pérdida de funcionalidad y/o integridad de las estructuras tales como edificios, carreteras, túneles y redes de servicios subterráneos (infraestructuras). También se producen daños indirectos, como por ejemplo la disminución de la productividad de las tierras de cultivo en las zonas deltaicas debido a que la disponibilidad de agua dulce se ha visto limitada por un aumento de la intrusión de agua salada. Los efectos indirectos más comunes están relacionados con cambios en los niveles relativos de agua superficial y subterránea.
La estimación del coste asociado es bastante compleja. En la práctica, los costos operativos y de mantenimiento se abordan en varias políticas y presupuestos a corto y largo plazo. En China, por ejemplo, la pérdida económica total promedio debido a hundimientos del terreno se estima en alrededor de 1.500 millones de dólares por año, 80 de los cuales el 90 por ciento son costos indirectos. En Shanghái, durante la década de 2001 a 2010, la pérdida acumulada total se acercó a los dos mil millones de dólares. En Bangkok, Tailandia, muchos edificios públicos y privados, carreteras, aceras, diques y estructuras subterráneas (alcantarillado, desagües) han resultado gravemente dañados por el hundimiento de la tierra, aunque no se dispone de estimaciones fiables de los costos. Otro ejemplo de nuestro inmediato entorno; el coste total de los daños por hundimiento en los Países Bajos se estimó en más de 3.500 millones de euros al año.
Indudablemente todo esto puede afectar a la estabilidad de nuestras viviendas.
Comprobar hay signos de asentamiento es muy fácil. A continuación, se enumeran algunas
señales que pueden ayudarnos a identificar si nuestra vivienda está afectada .
1. Aparición repentina de grietas en muros o paredes. Las grietas en los muros causadas por asentamiento diferencial se pueden encontrar en las paredes internas y externas. Pueden aparecer y propagarse rápidamente, ser más delgados en un extremo, aparecen en diagonal y suelen encontrarse alrededor de ventanas y puertas.
2. Puertas y ventanas que no cierran o abren Las puertas y ventanas pueden atascarse o no cerrarse correctamente si no están alineadas, son un claro ejemplo de que algo está empezando a suceder.
3. Suelos y pavimentos con inclinación o roturas Los pisos, techos y paredes inclinados o hundidos pueden ser una indicación de que los cimientos de su casa están sufriendo un fenómeno de subsidencia.
4. El papel tapiz se arruga a lo largo de las juntas de la pared y el techo Las grietas en las paredes que están ocultas debajo del papel tapiz pueden hacer que se arrugue.
5. Grietas alrededor de una extensión de casa Si ha realizado una ampliación de la vivienda, una extensión, puede detectar grietas alrededor o en la unión de esta nueva construcción con a vivienda original.
¿Cómo podemos afrontar y solucionar este problema? Históricamente,
el micropilotaje ha sido la solución preferida para fortalecer los cimientos afectados por el hundimiento del suelo. Este método probado y aprobado se ha utilizado durante más de 100 años y, aunque es siempre fiable, es un proceso costoso y requiere mucho tiempo, puede tardar semanas en completarse, representando un inconveniente para los propietarios de viviendas que generalmente deben desalojar su hogar mientras se completa el trabajo.
En este proceso camiones y otros vehículos pesados deberán transportar el cemento, herramientas y maquinaria al sitio, en muchas ocasiones son necesarias excavaciones, demoliciones movilización de tierras y, a menudo, la falta de espacio y de accesos, se suman a una multitud de inconvenientes que, en muchos casos, se pueden solucionar con técnicas más avanzadas y menos invasivas.
Las inyecciones de consolidación y mejora del terreno mediante inyecciones de resinas expansivas pueden ser la solución, opción que está siempre sujeta a estudio previo por un técnico especialista.
Empresas como
GEOSEC usan un método patentado de mejora de terreno mediante el uso de estas resinas de poliuretano . Con herramientas geofísicas caracterizan el terreno antes, durante y tras las inyecciones y mediante pequeños orificios (menos de 2,5 cm. De diámetro), inyectan bajo nuestra casa o edificio sin interrumpir nuestra vida cotidiana o actividad comercial.
La resina se infiltra en el terreno saturando la porosidad presente, eliminando el agua, reforzando y endureciendo la base de nuestra cimentación permitiendo recuperemos la estabilidad perdida.
En muy pocos días podemos resolver un problema que, a priori, nos parece costoso y complicado con las garantías que exige la LOE y sin necesidad de molestar a nuestros vecinos.