Producción eléctrica en España. "Scanner 2022." Luces y sombras. Las renovables se consolidan, mientras que la nuclear pierde peso, la solar se dispara y el gas recupera terreno. Las energías verdes han pasado de generar el 29% de la electricidad en 2012 al 48 % en 2022 y la nuclear da un pequeño paso atrás. Mientras, en el cómputo de estos 10 últimos años, cabe revertir el uso del ciclo combinado con una media del 58%.
Si hacemos un balance de la última década el hecho no es puntual ya que el gas ha sido la principal energía primaria para generar electricidad. Una energía que hay que importar de otros países y que depende de mercados cada vez más volátiles.
A esta coyuntura cabe sumar que las altas temperaturas extremas reducen la generación hidráulica, así como la eólica, la fotovoltaica y la termosolar durante los picos de calor estival. Y si esas tecnologías bajan, con lo que se compensa es con gas. En el verano pasado, en sus dos olas de calor, se superaron los récords históricos de demanda de gas para generar electricidad.
Variación del % de generación eléctrica por cada tipo de energía a 3T de año en comparación con 2019. Fuente gráfico: Red Eléctrica de España. La energía nuclear tiene marcado el calendario de cierre a partir de 2027 y hasta 2035. Baja también la relevancia de la nuclear, en casi un 5%. Las centrales nucleares reducen ligeramente su aportación, aunque su peso en el mix de generación se mantiene prácticamente invariable en el 20%. Hay que tener en cuenta que las centrales nucleares no paran su producción, salvo por cuestiones de mantenimiento.
Actualmente, España produce tres veces más energía fotovoltaica que en 2020 y la eólica ya supera a la nuclear. El crecimiento de la energía generada por el viento como la solar se ha disparado casi un 119% en los tres últimos años; y más de un 154% a lo largo de la última década.
La producción fotovoltaica ha pisado el acelerador a fondo, con una excelente proyección para los próximos meses, con un crecimiento del autoconsumo imparable desde el 2019 con la aprobación del RD 244/2019, a lo que hay que sumar las nuevas medidas aprobadas en octubre para impulsar el autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas. Mientras que la eólica ha entrado en 2022 en una fase de maduración, de "crecimiento plano", en parte a una mayor captación de inversión hacia la fotovoltaica.
El despegue de la energía solar fotovoltaica conlleva que el sector necesite más de 50.000 operarios para desarrollar todos los proyectos que actualmente hay en cartera.