Sabemos que, del consumo total de energía en la Unión Europea, el 38 % corresponde a la edificación y específicamente 24% a la residencial según datos de Eurostat. En España ese valor representa el 41%, de los cuales el 64% se consumen en calefacción y aire acondicionado.
Entre otras cosas, según estadísticas de 2018, de los 26 millones de viviendas existentes, 21 millones fueron construidas hace más de 30 años, y se estima que el 60% del parque inmobiliario está edificado sin ningún criterio de eficiencia ni sostenibilidad, por las bajas exigencias del momento.
Con el compromiso de avanzar hacia la neutralidad del carbono para 2050, el código
Técnico de Edificación (CTE) , marco normativo de las exigencias de calidad, seguridad y habitabilidad en los edificios, modificó las exigencias en términos de la transmitancia térmica del cerramiento de un edificio en función de su localización geográfica, en su Documento Básico de Ahorro de Energía (DB-HE).
El sistema SATE es la solución más sencilla y eficaz para resolver las necesidades de ahorro energético, disminución de las emisiones de gases efecto invernadero y mejora de la calidad de vida de las personas que habitan o utilizan los edificios. Una solución idónea tanto para obra nueva como rehabilitación.
¿POR QUÉ ELEGIR UN SISTEMA SATE? - La razón principal es la limitación de la
demanda energética ; al aumentar o actualizar el
aislamiento térmico en la fachada, se reducirá la necesidad de climatizar el interior hasta en un 70%.
- Al ser un aislamiento continuo, se reducen los
puentes térmicos , puntos donde hay pérdida de calor o frío, especialmente en las zonas de la estructura.
- Promueve la
salud al interior del edificio , al favorecer la permeabilidad al vapor de agua se evitan las humedades por condensación y el crecimiento de hongos y microorganismos.
- Puede mejorar el
confort acústico frente al ruido aéreo, de acuerdo con el tipo de material aislante y los requerimientos particulares.
- Los trabajos por el exterior
reducen las molestias de la intervención a los usuarios, también se evita reducir espacio en el interior.
- En el caso de una rehabilitación, representa una
revalorización del inmueble , al producirse un cambio de imagen, dando una nueva vida a la fachada, con la posibilidad de múltiples posibilidades en cuanto a diseño, colores o incluso texturas.
-
Protección adicional
a la estructura y la envolvente original del edificio, al ser un revestimiento exterior minimiza la aparición de grietas y fisuras que afecten al interior de las viviendas.
- La
inversión de un Sistema SATE es
amortizable en un plazo de 5 a 7 años, debido a la reducción del consumo energético calefacción y aire acondicionado.