Las juntas de movimiento son interrupciones del recubrimiento cerámico que afectan, en algunos casos, a la entera sección del sistema pluriestrato y que están rellenadas con un material deformable, con carácter permanente.
Tienen la función genérica de absorber o atenuar las tensiones generadas sobre el recubrimiento, por causas internas o externas a él.
Aunque en algunas normas nacionales se dan especificaciones concretas sobre las juntas de movimiento. A continuación, se describen los criterios generales para la ubicación de estas juntas según la situación del recubrimiento:
Revestimientos exteriores Especialmente en edificios en altura, dispondremos juntas de movimiento horizontales en las líneas inferior y superior del canto de los forjados y juntas verticales cada 3-4 m, formando paños de 9-12 m², en función del color y del coeficiente de dilatación térmica lineal de las baldosas y de las máximas oscilaciones térmicas previstas.
También en los cambios de plano del cerramiento o la interposición de cualquier elemento constructivo que lo ciña. Serán juntas de anchura mínima de 10 mm, selladas con un material que tenga un factor de acomodación del movimiento (F.A.M.) no inferior al 15 % y un buen comportamiento en la intemperie. Se recomienda la consulta de bibliografía especializada.
Pavimentos exteriores Además de respetar las juntas estructurales preexistentes, se ejecutarán juntas perimetrales, las juntas intermedias conformarán paños de superficie no superior a 25 m².
La anchura mínima será también de 10 mm y los sellantes seleccionados deberán tener una buena respuesta frente al tránsito previsto, además de cumplir las especificaciones descritas para los revestimientos.
Revestimientos interiores También deberan disponerse juntas perimetrales en los encuentros y cambios de plano, especialmente en soportes inestables de clase 2 y clase 3 (cartón-yeso, madera, etc.) o con baldosas de gran formato y colocación sin junta. Sin embargo, cuesta admitir la presencia vista de juntas verticales de textura y color diferentes a la trama de juntas de colocación. Es especialmente recomendable que:
Los revestimientos queden libres (20-30 mm) por debajo de los forjados, en el caso de que tengan que llegar hasta su proximidad.
Se dejen holguras o se sellen los encuentros con carpintería de madera y, sobre todo, de aluminio.
Se dispongan juntas prefabricadas o se sellen los encuentros con platos de ducha y bañeras.
En grandes superficies, deben disponerse juntas intermedias al menos cada 8 m. Las juntas tendrán una anchura mínima de 6 mm y pueden utilizarse sellantes de silicona con F.A.M. del 20 % o 25 %.
Pavimentos interiores Ejecutaremos siempre juntas perimetrales en los encuentros con todos los elementos constructivos que se interpongan, que podrán quedar embebidos con el rodapié o zócalo. Además de permitir el libre movimiento del pavimento, evitarán los puentes acústicos si están bien ejecutadas, amortiguando la transmisión del ruido de impacto.
En pavimentos corridos desde el pasillo en viviendas no suele respetarse la prolongación de la junta perimetral por el centro de la hoja de las puertas. Esta continuidad de la junta es necesaria cuando se superen los 8 m lineales de pavimento ininterrumpido o en solados sobre soportes inestables de clase 2 o 3.
Las juntas intermedias se ubicarán en solados con superficie mayor a 40 m2 o longitudes superiores a 8 m, que se reducen respectivamente a 25 m2 y 5 m en pavimentos oscuros con insolación directa o los situados sobre calefacción radiante.
Las juntas perimetrales e intermedias tendrán una anchura mínima de 6 mm y la selección del sellante dependerá del tránsito esperado. Cuando el tránsito sea moderado o inexistente podemos utilizar sellantes en base a la silicona, con F.A.M. del 20 % o 25 %. El recurso a prefabricados puede ser una opción atractiva desde el punto de vista del resultado estético y el rendimiento en la ejecución.