Los sistemas de tuberías, que forman parte de cualquier red de calefacción o sanitaria por la que se deban conducir fluidos, influyen de manera clave en el nivel de eficiencia y confort de un edificio. Por ello, su aislamiento es la mejor herramienta para optimizar dicho sistema, consiguiendo además beneficios asociados para los usuarios. Además, el cambio climático es un parámetro indispensable en cada acción o proyecto que llevamos a cabo, y la energía y el agua son recursos cada vez más preciados, por lo que tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano para proteger el planeta.
Por un lado, los sistemas de calefacción están compuestos de una caldera, radiadores y la red de tuberías que conecta estos elementos. Por otro, el sistema sanitario de tuberías se utiliza para suministrar agua caliente y fría a baños, lavabos, bañeras, duchas, lavavajillas o lavadoras, entre otros, así como para conducir las aguas residuales fuera del edificio a la red de alcantarillado.
El aislamiento de tuberías es, por tanto, la clave para reducir la necesidad de energía en la obtención de calefacción y agua caliente, al reducir gracias a sus propiedades la pérdida de calor a través de estas instalaciones. Al mismo tiempo, esta reducción evita que las tuberías calienten el edificio cuando no sea necesario, disminuyendo así la necesidad de sistemas de refrigeración para otras estancias.
Otro aspecto a tener en cuenta es el ahorro de agua. Un aislamiento adecuado hace que se desperdicie menos agua puesto que las tuberías aisladas mantienen caliente el agua caliente y fría el agua fría, lo que significa que el agua se deja correr menos tiempo mientras se espera a que alcance la temperatura deseada.
Pensar que el calor que se pierde por las tuberías permanecerá en el edificio y contribuirá a su calentamiento resulta tan equivocado como pensar que dejar las luces encendidas sirve para calentar una habitación. De hecho, normalmente las tuberías de agua caliente se encuentran en pasillos o huecos, lo que significa que las pérdidas de calor se producen en los lugares incorrectos.
En este sentido, desde
Isover muestran dos ejemplos que evidencian este hecho:
Por un lado, si pensamos en la conservación de agua fría durante más tiempo (por ejemplo, con tubería de cobre de 35 mm) ¿cuánto tardaría el agua fría estancada a 5 °C en alcanzar los 19 °C si la temperatura ambiente fuese de 21 °C?
Sin aislamiento, tardaría 2 horas. Con aislamiento con U PROTECT Pipe Section Alu2 de 20 mm, 11 horas y 20 minutos.
Con aislamiento con U PROTECT Pipe Section Alu2 de 50 mm, 17 horas y 20 minutos.
Por otro lado, si nos centramos en la conservación de agua caliente durante más tiempo (ejemplo, tubería de cobre de 35 mm), ¿Cuánto tardaría el agua caliente estancada a 55 °C en alcanzar los 21 °C si la temperatura ambiente fuese de 20 °C?
Sin aislamiento, 2 horas y 20 minutos. Con aislamiento con U PROTECT Pipe Section Alu2 de 20 mm, 14 horas y 25 minutos.
Con aislamiento con U PROTECT Pipe Section Alu2 de 50 mm, 22 horas y 45 minutos
Por lo tanto,
la eficiencia de los sistemas de calefacción es igual a la eficiencia del aislamiento de las tuberías que los componen, puesto que, sin el aislamiento adecuado, no hay eficiencia energética .
Y es que, además de escoger un sistema de agua caliente de bajo consumo, resulta posible ahorrar energía reduciendo la pérdida de calor de la red de agua con un correcto aislamiento. Las pérdidas de calor se producen cuando las tuberías conducen fluidos a una temperatura superior o inferior a la temperatura ambiente, por tanto, el aislamiento de las tuberías de agua permite economizar costes energéticos puesto que impide que las tuberías de agua caliente transmitan su calor al aire que las envuelve cuando el agua viaja desde el sistema de agua caliente a la salida de agua correspondiente.
Asimismo, el aislamiento de las tuberías de agua caliente que salen del calentador, por ejemplo, ayuda a reducir la pérdida de calor y a abaratar los costes del calentamiento del agua, puesto que facilita una reducción en el ajuste de la temperatura del calentador de agua.
Por todo ello, una buena distribución térmica en los edificios resulta fundamental para garantizar el confort de las personas que los habitan. Unas temperaturas excesivamente altas o bajas pueden influir en la concentración, la destreza manual y en la probabilidad de accidentes. Resulta necesario adaptar la temperatura ambiente y la humedad relativa de cualquier espacio a la actividad y la ropa de sus ocupantes para así asegurar su comodidad, y el aislamiento de tuberías proporciona la temperatura ideal en interiores durante todo el año, puesto que garantiza que el calor que se genera se distribuya por las zonas deseadas.
Podemos concluir, por tanto, que un sistema de tuberías bien diseñado y con el aislamiento adecuado puede suponer notables ahorros de agua y energía además de mejorar el confort térmico del edificio.
Las cubretuberías
U PROTECT Pipe Section Alu2 son la solución óptima para el aislamiento de tuberías al ofrecer una solución única para aumentar la eficiencia energética del edificio, proporcionar un mayor confort térmico y acústico y proteger al edificio y a sus ocupantes del fuego y del humo gracias a sus propiedades de resistencia térmica en sectorizaciones, además de permitir una instalación muy sencilla.
U PROTECT Pipe Section Alu2 están fabricadas con lana ULTIMATE®,
una lana mineral de alto rendimiento exclusiva de Isover que está fabricada en su totalidad con materias primas naturales y 100 % reciclables.
Además, el aislamiento de las tuberías mejora en gran medida el rendimiento acústico general del sistema de canalización y aporta una mayor comodidad y bienestar a los ocupantes de edificio. En este sentido, las coquillas U PROTECT Pipe Section Alu2 se convierten en la solución ideal para la reducción de los niveles de transmisión acústica en tuberías.
Sus prestaciones incluyen la seguridad frente al fuego, ya que estas cubretuberías cuentan con una clasificación Euroclase de A2L-s1, d0, lo que quiere decir que son no combustibles (punto de fusión > 1.000 °C), que no contribuyen a la propagación del incendio, que no emiten humo y que no producen gotas ni partículas inflamables.