En los últimos años el packaging ha avanzado hacia la inclusividad, con diseños más ergonómicos y más ligeros. Pero, ¿y el etiquetado? Las
nuevas tecnologías ya permiten amplificar la información impresa para hacerla accesible a las personas con discapacidad visual y otros problemas de accesibilidad de forma que se garantice su acceso seguro, autónomo y fácil a los productos independientemente de la capacidad, edad o sexo.
Cómo implementar esas nuevas tecnologías al etiquetado de los productos de gran consumo, como los alimentos, centra la mesa redonda
¿Qué quiere decir packaging Inclusivo? , que ha tenido lugar en PICK&PACK 2023 el 25 de abril dentro del Congreso Nacional de Packaging 4.0, coorganizado junto al Packaging Cluster.
En ella han intervenido,
Amparo Lobato , Corporate Affairs Lead Iberia en Kellogg Company;
Javier Pita , CEO de NaviLens;
Ferran Boadas , responsable de Asesoría Jurídica y Public Affairs de la AECOC; y
Francisca Rigo Pons , responsable del área de desarrollo tecnológico de Ceapat-Imserso.
Víctor Borrás , responsable de Marketing de Knauf Industries España, modera este interesante coloquio en el que se pondrán sobre la mesa las necesidades, alternativas y dificultades que conlleva la accesibilidad.También se han abordado las dudas generadas por el recientemente aprobado Real Decreto 193/2023, por el que se regulan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los bienes y servicios a disposición del público.
Complementando al braille El braille no es un lenguaje, sino una forma de alfabeto que, por su propia naturaleza y tamaño, solo permite introducir la marca y la descripción legal (por ejemplo, TU MARCA + agua mineral natural). "Esta escasa información condiciona las posibilidades de tomar una decisión informada en el punto de venta. Y lo que es más importante, no permite conocer datos tan importantes como los alergenos, si es apta para celiacos o si cumple con las especificaciones para dietas veganas o de otro tipo", declara Francisca Rigo Pons, responsable del área de desarrollo tecnológico de Ceapat-Imserso.
Las nuevas tecnologías, como los códigos QR, BIDI, Bleecker, NaviLens…, vienen a complementar la información que los invidentes pueden tener con el braille.
Empresas como El Pozo o Kellogg Company ya han apostado por NaviLens. "Hicimos tests con braille y NaviLens y nos decantamos por esta última, entre otras cosas, porque no todos los invidentes son capaces de leer braille. Y cualquier avance hacia la inclusividad tiene costes, por tanto, debe tener el mayor alcance posible", señala Amparo Lobato, Corporate Affairs Lead Iberia en Kellogg Company.
¿Qué exige la norma? La Ley de protección de los consumidores y usuarios frente a situaciones de vulnerabilidad social y económica, aprobada el pasado año, preveía la regulación de un etiquetado inclusivo ‘en alfabeto braille y en otros formatos’. En el RD recién aprobado desaparece la alusión al braille y el mensaje se reduce a aportar información ‘en soportes y formatos accesibles y adecuados a sus necesidades’. y en medidas ‘razonables y proporcionadas’. Así las empresas quedan obligadas a implementar ‘aquellas medidas necesarias, que resulten razonables y proporcionadas’, sin mayores precisiones.
Desde AECOC, Ferran Boadas plantea su temor a que los fabricantes queden en un limbo legal y plantea la duda de "si este es el RD definitivo o hay que esperar otra norma más específica. No queremos poner puertas a la tecnología, pero cualquier medida que afecte al etiquetado debe ser precisa y no mermar la competitividad de toda la cadena de producción, en un momento en el que el sector ya soporta fuertes cargas impositivas (impuesto al plástico) y normativas (necesidad de incluir los idiomas autonómicos).
Etiquetas que ‘hablan’ La tecnología NaviLens nace del proyecto conjunto de una startup murciana y la Universidad de Alicante. El objetivo era lograr un código QR avanzado que permitiera a los invidentes y personas con visibilidad limitada acceder a la información sin necesidad de enfocar, ni de estar muy cerca del código. Ya se aplica para indicar direcciones en muchas ciudades, pero también es aplicable al etiquetado alimentario.
Javier Pita, CEO de NaviLens, explica que "nuestra tecnología es detectable hasta 3 metros de distancia, lo que permite localizar un paquete en un lineal sin tener que estar junto a él. Este código se coloca en la parte frontal del envase y locuta la información del producto. Interactuando con la pantalla de su dispositivo, el usuario puede ampliar aquella información que necesite: peso, tamaño de ración, información nutricional… ".
Inicialmente este sistema está pensado para invidentes, pero es una enorme ayuda para personas con discapacidad motriz, TDAH y para todos aquellos con vista cansada que necesitan ponerse las gafas al entrar en un comercio.