En el familiar Hotel Lasierra, que acaba de recibir su cuarta estrella -aunque en un mal momento- pasan cosas. También en sus baños. En el principal del hotel y en el de la suite central, para más señas. Dos estancias que saltan al set de rodaje al mismo nivel y asiduidad que las habitaciones, la cocina, el despacho de dirección, la recepción o el bar, para testimoniar en igual medida que sus homólogos escenográficos, el devenir del día a día. De la vida.
Sobre el Hotel Lasierra transita la comedia -o dramedia- ‘4 Estrellas’ de RTVE, emitida cada noche en prime time y que suma a su reparto rostros conocidos como el de Toni Acosta o Dafne Fernández y colaboraciones estelares como la de Antonio Resines. Y sobre los dos mencionados baños, diseñados por
Fiora y con la colección SEN como eje, buena parte del ir y venir de los televisivos personajes.
¿Por qué cada vez más las series fichan baños para sus decorados? ¿Por qué los eligen para narrar, y envolver, sus historias? Es una tendencia al alza. Más de 25 años han pasado desde que los baños unisex del bufete de Ally McBeal se convirtieran en punto de encuentro más que habitual para sus empleados y hasta en pista de baile con el soniquete de Barry White de fondo.
La reformulación del mundo del baño que ya se vislumbraba en Ally McBeal, emerge ahora con más fuerza. Pide paso. Reivindica su papel como pieza clave del hogar. La revolución del sector se plasma precisamente en gestos tan palpables como este salto a la tele: en su capacidad para proyectar a través de una pantalla la versatilidad de un espacio que tiene mucho que contar.
Cada vez el baño se abre más al resto de la casa, se integra en ella. Deja de ser únicamente un rincón de intimidad, un refugio de bienestar, o simplemente, un parabán emocional, para convertirse en lugar de paso común, en área de socialización, de encuentro, como sucede en ‘4 Estrellas’.
En la serie, los
dos baños del sello Fiora adquieren una dimensión colectiva idónea para las reuniones de grupo, los gabinetes de crisis familiares, las risas, el llanto, la complicidad entre amigos o las confidencias, revelando la vitalidad que encierra el mundo del baño una vez despojado de su perfil más íntimo.
Ayudan a este guión de trasiego de historias los elementos que construyen sendas estancias, todos de la colección SEN.
En la suite principal, ese mueble de baño doble que también funciona como tocador (en color Aso y madera Noce Savoia) o esa bañera Ovaly, que ejerce atracción visual sobre el espacio, que habla de los nuevos usos adquiridos y que crea un ambiente combinado en texturas y colores con la decoración del hotel. Una apuesta atrevida, aunque totalmente integrada en el universo de la suite, para ayudar a esa transición de escenas. Para favorecer esos encuentros entre el reparto.
En el baño central del Hotel Lasierra, la geometría, el orden y la modularidad de la colección SEN lo impregnan todo. Piezas de color Capuccino y acabado Noce Savoia, inspirado en madera, envuelven este escenario testigo de encuentros inesperados y secretos de alcoba.
Con todo, ese espacio tradicionalmente reservado al (auto)cuidado, ahora cuida y sana a varias manos. Ese espacio para fantasear desde lo individual, ahora sueña en grande y, a veces, entre multitudes, a la espera del toque de claqueta. Del ‘3, 2, 1… ¡acción!’.