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Habitar en un espacio con un nivel de humedad superior a un 65 % resulta muy perjudicial para nuestra salud. No solo por la humedad en sí misma, sino también por los diversos microorganismos como los hongos, mohos y ácaros que se reproducen en todas las superficies húmedas.

Los efectos negativos perjudican sobre todo a niños y ancianos con enfermedades crónicas, que incluyen diversas patologías como alergias respiratorias, síntomas asmáticos, y una incrementación del malestar en personas con enfermedades del sistema locomotor como el reúma, la artritis y la artrosis.

La humedad que asciende desde el suelo (humedad ascendente por capilaridad), se da en cualquier edificio de planta baja y/o sótano como portales, lonjas, garajes, unifamiliares, residencias de ancianos, iglesias... La humedad sube desde el subsuelo transportando las sales disueltas en el agua y empapando la pared o el muro. Este proceso genera manchas de humedad, desconchones de pintura a causa de las sales y moho en las paredes.

En la actualidad, este problema se puede resolver de manera sencilla gracias a una innovadora tecnología desarrollada en Suiza que ofrece una solución real, efectiva y permanente. Su éxito consiste en tratar la patología desde su origen, comprendiendo cómo se produce verdaderamente.

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La tecnología Biodry es el primer sistema que seca y mantiene seco en el tiempo cualquier edificio afectado por la humedad por capilaridad recuperando de este modo su salubridad y confort.

Biodry ha sido diseñado para ser un producto ecológico y bio-compatible por lo que no genera ningún campo electromagnético y por ende es inocuo para cualquier ser vivo. Además es 100% autosuficiente (consumo nulo) por lo que no requiere de conexión a la red eléctrica, pilas ni baterías para su funcionamiento.

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