Propamsa , la empresa de Cementos Molins especializada en soluciones innovadoras para una construcción saludable, insta a impermeabilizar las piscinas para ahorrar hasta 500 litros de agua diarios. Una petición que realiza después de que la Generalitat haya informado de que a partir de ahora se permitirá a los ayuntamientos catalanes llenar las piscinas públicas y privadas con agua potable, siempre y cuando cumplan la función de refugio climático.
Propamsa recuerda que la piscina no es solo para uso y disfrute, sino que también requiere de una gestión y mantenimiento , máxime en España: el cuarto país del mundo y el segundo en Europa con más piscinas, con alrededor de 1,3 millones de unidades.
Ese mantenimiento, y en concreto la adecuada impermeabilización, resulta determinante para evitar el despilfarro de agua, lo que tiene especial importancia en momentos como el actual, cuando la falta de lluvias podría terminar amenazando los usos domésticos en zonas especialmente afectadas por la sequía, como Cataluña, a pesar de la relajación de las restricciones anunciada tras la última reunión del Consell Executiu.
A pesar de ello,
desde Propamsa sostienen que la mayor proliferación de episodios de sequía ha endurecido las medidas de restricciones de llenado para las piscinas de agua dulce , lo que está contribuyendo al avance de las saladas, que representan ya el 55% de las existentes en España, según la Asociación Española de Profesionales de la Piscina (ASEPPI).
Desde un punto de vista más técnico, la intemperie, el cloro, los tratamientos para mantener el agua o incluso el paso del tiempo pueden ir deteriorando poco a poco algo tan importante como es la impermeabilización de las piscinas. Más aún si se tiene en cuenta que las fugas en una piscina tipo unifamiliar -de 6x4 metros y 2 metros de profundidad- pueden hacer que se vacíe en tan solo un mes.
¿Cuándo y qué hay que rehabilitar? Uno de los puntos a los que hay que prestar atención es el deterioro de las juntas cementosas de las piscinas, que debe comprobarse y repasarse cada 2 y 5 años. Ahora bien, una rehabilitación completa y adecuada, que contemple la impermeabilización del vaso, puede hacer que nos desentendamos hasta diez años del mantenimiento previo a su llenado.
Aunque dependerá del tipo de rehabilitación, del tamaño de la piscina y los materiales empleados, los tiempos de ejecución pueden oscilar entre dos semanas y un mes, de ahí la importancia de planificar con tiempo estas mejoras, adelantándose a la llegada del caluroso verano.
Según Propamsa, marzo, abril y, ya apurando, mayo son los meses idóneos para ultimar su puesta a punto , sobre todo si tenemos en cuenta que el verano cada vez llega antes y con más fuerza.
Según el técnico experto en impermeabilización de Propamsa,
David Rodríguez , "no podemos permitirnos derrochar ni una gota, a pesar de la relajación de las restricciones. No es cuestión de vaciar las piscinas para acometer las actuaciones convenientes, ni mucho menos, pero las personas que tengan que llenarlas deberían impermeabilizarlas adecuadamente como medida de ahorro más importante".
La puesta a punto En cuanto a las soluciones de impermeabilización, es fundamental apostar por láminas cementosas flexibles continuas -
Propam Impeflex - que además de ser una solución apta para estar en contacto con agua resistente a cloruros, es compatible con todos los materiales de construcción y permite una impermeabilización que puede ser revestida con cualquier material, ya sean pinturas o cerámica como el gresite, uno de los acabados más empleados en piscinas.
Así, una vez revisada su estanqueidad, será el momento de la colocación del acabado y, en caso necesario, el sellado de las juntas de las baldosas. Para evitar estar pendientes cada temporada, existen soluciones de sellado más resistentes -la
Borada Epolux -, de fácil aplicación y limpieza, específicamente diseñadas para cualquier tipo de mantenimiento por muy frecuente y agresivo que sea, indispensable su uso en piscinas de cloración salina.
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