Los propietarios y gestores de edificios tienen el doble propósito de mejorar la eficiencia operativa y la sostenibilidad de los sistemas críticos -iluminación, HVAC y energía- y lograr simultáneamente que los espacios sean más saludables para sus ocupantes.
Así se desprende de un informe de Forrester Consulting elaborado para
Johnson Controls (NYSE: JCI), líder mundial en edificios inteligentes, saludables y sostenibles, que desvela cómo convertir en "inteligentes" los edificios mediante tecnologías digitales es la clave para lograr este objetivo conjunto.
De hecho, el Parlamento Europeo ha anunciado recientemente una
revisión de la Directiva sobre eficiencia energética de los edificios (EPBD), que ahora incluye también un clima interior saludable (IEQ) como prioridad, para lo que se necesitan soluciones que faciliten su monitorización.
Sin embargo, los propietarios y gestores consultados[i] se enfrentan a la falta de integración de sistemas y equipos del edificio y a una capacidad limitada para analizar los datos recopilados con el fin de mejorar la eficiencia y a su vez la salud, la productividad y el bienestar de los ocupantes.
Acciones y retos Optimizar la eficiencia energética es la principal acción de seis de cada diez gestores (el 59%) para cumplir con las prioridades del entorno ambiental del edificio, seguida de mejorar la seguridad física (53%), diseñar modelos operativos de edificios flexibles (50%) y mejorar la calidad del aire interior (45%). Ver Figura 1.
Por su parte,
optimizar el rendimiento y la eficiencia de los activos, monitorizar la calidad del aire exterior e interior y predecir los niveles fluctuantes de uso de los espacios para reducir el consumo energético constituyen sus principales desafíos.
El informe desvela que, para lograr estos retos mediante conocimientos prácticos de los sistemas críticos conectados e integrados entre sí, propietarios y gestores necesitan la ayuda de partners externos. Ver Figura 2.
Falta de integración y analítica Aunque el 61% de los responsables consultados reconocen la importancia de crear entornos que prioricen la experiencia de los ocupantes, así como la capacidad de obtener certificaciones de salud y seguridad (60%), sólo el 11% admiten tener sistemas y equipos completamente integrados, mientras el 67% tienen dificultades a la hora de utilizar los conocimientos generados para optimizar los sistemas.
Y esta falta de integración les está costando tiempo y dinero. Los consultados admiten que sus organizaciones se enfrentan a una menor eficiencia operativa (66%), una menor fidelidad del cliente (60%), un aumento de las sanciones regulatorias (59%), una disminución de los ingresos (51%) y una peor reputación de marca (46%).
Además, la gestión de los numerosos partners implicados es compleja. Cerca de dos tercios de los responsables encuestados trabajan con múltiples partners, cada uno de ellos especializado en diferentes tipos de sistemas del edificio.
Como señala
Andrea Vallejo , Vicepresidenta de Johnson Controls para el Sur de Europa, "inicialmente, muchas empresas se centran en optimizar la eficiencia energética y mejorar las operaciones del edificio. Evolucionar hacia un enfoque más proactivo al extender las capacidades inteligentes al entorno ambiental resulta clave para mejorar el bienestar, la salud, la productividad y la experiencia general de los ocupantes".
Figura 1: Acciones para optimizar el entorno medioambiental del edificio Figura 2: Principales capacidades que requieren ayuda de externos [i] Consultas realizadas entre 1.548 responsables de los sistemas que regulan el entorno del edificio (HVAC, iluminación, sonido, IAQ, y uso de activos/espacio).