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Sonae Arauco, uno de los principales actores mundiales en soluciones derivadas de la madera para muebles y construcción, anuncia la inversión en dos nuevos centros de reciclaje en Portugal, por un total de más de cinco millones de euros. Estratégicamente situados en la región del Alto Miño y al norte de Lisboa, estos centros complementarán la actividad de los tres que ya operan en el país. Esta inversión, que forma parte del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR), concluirá a finales de 2025.

Según las cifras publicadas, Sonae Arauco incorporó un total de 734 000 toneladas de madera reciclada en 2023, siendo el reciclaje de madera la base de su modelo de negocio de bioeconomía circular. En este sentido, la empresa incorpora actualmente más del 70 % de madera reciclada en algunas de sus gamas de productos, y espera alcanzar el 85 % en determinadas geografías en los próximos tres años. Si consideramos toda la cartera de la empresa, la madera reciclada representa el 30 % del total utilizado, lo que se compara favorablemente con la media del 21 % en la industria europea de tableros derivados de la madera.

Para Rui Correia, CEO de Sonae Arauco, "el aumento del número de centros de reciclaje, también en Portugal, forma parte de la estrategia de Sonae Arauco de incorporar más madera reciclada a sus productos. El reciclaje de madera no existía hace cuarenta años. Anticipándonos a la tendencia hacia la circularidad de los materiales, iniciamos este proyecto en 1984 y desde entonces hemos realizado numerosas inversiones en este ámbito, tanto en nuevas tecnologías de transformación de esta materia prima en nuestras unidades industriales como aumentando nuestra capacidad para recibir más madera reciclada, en particular a través de nuestros centros". Y añade: "Aunque el reciclaje es estratégico para Sonae Arauco desde hace mucho tiempo, lo cierto es que hoy es vital para los objetivos de sostenibilidad y para la competitividad del negocio".

En este sentido, en los próximos dos años, Sonae Arauco tiene previsto invertir alrededor de trece millones de euros para garantizar sus objetivos de integrar más madera reciclada. Esta inversión incluirá la compra de equipos para los centros de reciclaje y las unidades industriales, con el fin de garantizar una mayor eficacia en el tratamiento de los residuos de madera y aumentar la capacidad para poder incorporar una mayor cantidad de madera reciclada a las soluciones de tableros de partículas. Al mismo tiempo, la empresa está desarrollando tecnologías innovadoras que permitan incorporar fibras de madera reciclada a las soluciones de MDF.

Actualmente, en Portugal, bajo la gestión de Ecociclo, Sonae Arauco posee tres centros de reciclaje situados en los distritos de Oporto (Alfena - Valongo), Setúbal (Seixal) y Coímbra (Souselas). En España, Tecmasa es la empresa de reciclaje responsable de nueve centros. El objetivo es aumentar la recogida de madera en sus centros de reciclaje en un 60 % para 2034, y alcanzar una cifra un 150 % superior a la lograda en 2014.

Las operaciones de reciclaje de madera de los centros se llevan a cabo gracias a unos 700 contenedores proporcionados por Sonae Arauco en Portugal y España para la recogida directa de residuos en las instalaciones de sus clientes, desde palés a embalajes, muebles, puertas, construcción, residuos urbanos, entre otros. También se utilizan subproductos industriales como losas, serrín o virutas, que se devuelven al proceso industrial.

El modelo de bioeconomía circular de Sonae Arauco

Con un equipo de unas setenta personas trabajando en el área de reciclaje, la actividad de Sonae Arauco respeta el principio de utilización de la madera en cascada. Este es uno de los pilares del modelo de negocio de la empresa.

La madera es la base de la cadena de valor de Sonae Arauco, que comienza con el uso de materias primas de origen sostenible, incorpora subproductos de la industria maderera y, con un enfoque circular, cierra el ciclo con la reutilización y el reciclaje de residuos, que también se emplean en la fabricación de tableros derivados de la madera, manteniendo así este material en circulación. Se trata de un ciclo virtuoso, y la madera reciclada puede reintegrarse en el proceso innumerables veces, siendo siempre una fuente de retención de dióxido de carbono, lo que la convierte en una excelente alternativa a los materiales de origen fósil.