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    19 Jul '24

    El edificio Bonaire en playa Gandía resurge con tecnología de vanguardia

    La rehabilitación emplea los prefabricados Stoneo de ULMA para resistir el ambiente salino. La modernización del icónico edificio de los 70 combina durabilidad y estética, garantizando su longevidad frente a las adversidades climáticas

    Todos tenemos referentes que nos inspiran en diferentes etapas y contextos de la vida. Son guías que nos muestran caminos alineados con nuestros objetivos.

    Hace un tiempo, conversando con Jordi García Miragall, arquitecto responsable de la rehabilitación del Edificio Bonaire, contaba que, gracias a un arquitecto referente para él, había conocido a ULMA y sus prefabricados personalizados.

    A principios de los 2000, se realizó la rehabilitación del edificio Santa Mar
    ía. Ignacio Lafuente Niño, responsable del proyecto, necesitaba sustituir los frentes de terraza deteriorados por la carbonatación y la acción del salitre. La capacidad de personalización para reproducir la forma redondeada de las terrazas de aquel proyecto fue lo que sorprendió a Jordi G. Miragall. Es por eso que ha contado con ULMA para la rehabilitación del Edificio Bonaire.

    Bonaire, primera línea de playa

    El ambiente salino y la humedad ambiental son las causas de deterioro más comunes en las fachadas ubicadas en primera línea de playa. Este impresionante edificio curvilíneo con vistas al mar se encontraba deslucido por el paso del tiempo y la corrosión marina. Diseñado en la década de los 70 por el arquitecto Rafael Rivera, sus frentes de forjado originales de 1 metro de ancho debían sustituirse por prefabricados que replicaran la forma en L de los existentes. Eso sí, ahora con un material resistente a ambientes salinos, como es Stoneo. Al ser casi impermeable, el agua no penetra en sus piezas, haciéndolas resistentes y duraderas incluso en los ambientes más corrosivos.

    El proyecto de rehabilitación se llevó a cabo en dos fases, actuando sobre las lesiones de la fachada principal, las grietas y las fisuras causadas en una rehabilitación parcial anterior. Las piezas a sustituir tienen unas dimensiones considerables. Con una anchura de 1 metro y un vuelo de 70 cm hacia abajo, no era fácil su manipulación, por lo que, para simplificar el proceso, se ajustó la anchura de los frentes a 270x660mm.

    No hay nada mejor que las imágenes para ver la diferencia que la rehabilitación con piezas Stoneo de ULMA ha dado a este proyecto. Es sorprendente.

    Es más que un lavado de cara. Es un traje resistente y duradero que mantendrá su estética por muchos años.

    Lacado y Junta J-Max: reduciendo al mínimo el mantenimiento

    En ULMA ofrecen diferentes opciones que se pueden incorporar en los proyectos, para simplificar y minimizar las labores de mantenimiento que todo edificio necesita. Por un lado, contamos con la posibilidad de lacar las piezas para que sean todavía más resistentes, sobre todo al efecto del impacto directo del sol. Porque el paso del tiempo deja su huella en todo y este es un tratamiento que se ofrece para aportar todavía más durabilidad a las piezas de ULMA.

    Otra de las opciones que ofrece es la Junta J-Max, la revolucionaria solución para las humedades que se generan en los encuentros entre las piezas. Con ella, se consigue evacuar hacia el exterior el agua de lluvia que se filtra entre las juntas de dilatación necesarias en la instalación de los prefabricados. Es como colocar un pequeño canal de drenaje entre las piezas.

    Ambas opciones se han utilizado en esta rehabilitación.

    Ventajas de los prefabricados personalizados de ULMA

    • Personalización. Es posible replicar las piezas existentes para rehabilitar un edificio.
    • Resistencia. Están fabricadas en Stoneo, un material con una casi nula absorción de agua, lo que las hace casi impermeables.
    • No hay oxidación. Al no llevar armaduras interiores en las piezas, se evita la carbonatación.
    • Anticorrosivo. Son muy resistentes a los ambientes salinos y con polución.
    • Facilidad de manipulación. Las piezas son más ligeras que las fabricadas en hormigón tradicional o piedra natural.
    • Durabilidad. Se pueden proteger las juntas para que tengan un mejor envejecimiento con la junta J-Max.
    • Fiabilidad y experiencia. Más de 30 años rehabilitando con prefabricados.

    Contar con elementos de fácil mantenimiento y larga durabilidad da mucha tranquilidad. La rehabilitación ha servido para actualizar y proteger el edificio con el fin de alargar su vida útil, y también se ha beneficiado de la modernización de su arquitectura, garantizando el carácter mediterráneo del antiguo edificio.

    FICHA TÉCNICA

    PROYECTO: EDIFICIO BONAIRE, Passeig Marítim Neptú, Gandía
    EQUIPO DE ARQUITECTOS: MIRAGALL + ROMAGUERA
    CONTRATISTA: Construcciones BAÑULS
    PIEZA ULMA: FRENTES DE FORJADO personalizados EN L
    FINALIZACIÓN: 2023
    FOTÓGRAFO: WENZEL Fotografía Arquitectura

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